viernes, 29 de mayo de 2015

¿Cómo amar lo imperfecto? gran pregunta...

De Roberto Juarroz este hermoso poema...

¿Cómo amar lo imperfecto,
si escuchamos a través de las cosas
cómo nos llama lo perfecto?

¿Cómo alcanzar a seguir
en la caída o el fracaso de las cosas
la huella de lo que no cae ni fracasa?

Quizá debamos aprender que lo imperfecto
es otra forma de la perfección:
la forma que la perfección asume
para poder ser amada.

Buen consejo y entiendo que el problema es interesarse, admirarse, recrearse por lo que aún no es, eso, que creemos debe ser instituido. A los maestros nos pasa mucho con los niños (y a los padres también), tenemos un ideal sobre ellos y muchas veces no entran en ese traje, entonces, buscamos muchas razones para argumentar por qué no son quien deben ser; y sucede que es él, es quien está pudiendo ser en ese momento, la vida es tan desconocida, que a cada instante solo se puede ser lo que nos es posible ser, y ahí, somos unos desconocidos para nosotros mismos ¡qué terrible! y así vamos por la vida, de la luz habituada, hacia las penumbras misteriosas del futuro. Los poetas captan bien este miedo existencial, tal vez por eso me gustan, lo hacen lenguaje para pensarlo y sentir menos el extravío.

Y, continuando con la idea, pienso que en la docencia acompañamos a los niños y nos acompañan, y ahí vamos, se supone que orientando ese emerger subjetivo, ese salir a la luz, orientándoles para que vayan viajando hacia la perfección de sí mismo que él solo puede ser, él solo puede decidir su propio siendo, (esto desde el viejo y hermoso concepto de PAIDEIA) 

Estas vacaciones tendré que escribir mucho, mi grupito de niños me va dejando tantas preguntas e ideas, cada día cruzo el portón de la escuela con la sensación de que hay tanto por hacer, a veces desanimada por mi ignorancia, a veces con el reto de enfrentar las tareas al día siguiente, a veces agotada;  hoy haciendo algo para los alumnos-adultos de la maestría, pienso que necesito leer más, documentarme, armarme de ideas para reflexionar los sucesos del acto educativo, ¿pero dónde está el tiempo? ya sé, el tiempo se construye, porque el tiempo es uno mismo.


Pues a continuar dando lugar a mi temporalidad...