Se ha publicado un nuevo libro de Roger Bartra, “El regreso a la jaula. El fracaso de López Obrador”, que como su título indica, tiene que ver un análisis de las políticas implementadas por el Gobierno de López Obrador.
Su lectura no es difícil, debe ser
porque soy parte de este momento histórico y por la información que tengo al
respecto, no me es ajeno su sentido, sin embargo, el sesgo del análisis es de
corte antropológico y sociológico, y subyace una pregunta que indaga sobre el por qué los
seres humanos implicados, en este caso, los mexicanos, respondemos a esta etapa histórica desde
una profunda melancolía.
Melancolía... una palabra que se dice fácil, pero nada simple, pues en ella se contienen significados que tienen que ver con este ser, hacer, sentir,
pensar abatido, ansioso, con miedos, tristezas que estamos experimentando y que
sin llegar a la profunda depresión que inhabilite, nos sumerge en desalientos, desánimos,
sufrimientos, propias de una negrura existencial, donde germinan amarguras,
actos de sobrevivencia violentos que no invitan a desplegar nuestra mejor
civilidad y nos conduce por nuevos peligros de socialidad.
En el afán de comprender mejor este
libro, y superar la intención morbosa de ver en qué consiste este regreso a una
Jaula sólo por haber elegido un tipo de gobierno y no otro, me he comprado otros
dos libros para comprender mejor este fenómeno analizado desde la perspectiva
del humor negro llamado melancolía.
Uno de los libros es este: La
melancolía moderna, libro no muy extenso, ameno, fácil de leer, pues desde
la descripción de las “melancolías” de algunos personajes, a quienes nunca imaginé
en dicho estado, como lo son William James, y otros que sí, como Edgar Alan Poe. Se van narrando las vicisitudes de estos y
otros muchos personajes en el terreno de la filosofía, las artes, la ciencia, quienes
enfrentaron este estado anímico de la melancolía.
Y terminada la lectura, pienso que la existencia,
cuando ésta se torna consciente del reto que implica, lleva a experimentar cada
día grandes batallas para sostenernos en el sentido de vida que nos construimos
con tanto esfuerzo esperanzador hacia una vida que busca más vida, lo cual no
es fácil, porque cotidianamente se nos fractura, pues la realidad no es como
queremos que sea, sino incierta y nos acechan sus misteriosos derroteros
pulsados por nuestra propia ignorancia sobre ella.
Y en esta batalla, sentimos añoranza por
lo que en un breve lapso de tiempo todo pareció funcionar bien, pero el tiempo
en su fluir nos desbarata esa sensación y en medio de los pedazos recordados, nos
quedamos ahí, abatidos, tristes, añorando lo que ya no tenemos ni volverá y
deseamos fervientemente que así sea, quedando atrapados en la jaula de la
melancolía.
No lo dije, pero debo indicar que Roger
Bartra, es un académico mexicano, con una fuerte trayectoria antropológica y
sociológica indiscutible.