jueves, 11 de abril de 2024

Happycracia. Eva Illouz, Edgar Cabanas.

 

Happycracia.  Eva Illouz, Edgar Cabanas. Ediciones Paidós, Barcelona, 2019, página 199. Edición Electrónica.

 

Libro terminado, y con ello, viene la preocupación de cómo iniciar con las ideas que movilizaron otras, en esta experiencia de lectura.  Pero por algún punto hay que iniciar.

Primeramente, diré que es un libro, en cuyo avance va quitando velos a creencias fuertemente instaladas en nuestra conciencia. En mi caso, siempre me he resistido a las diferentes formas de “autoayuda”, ya sean libros, cursos, a personas que ofrecen una sanación a los complejos problemas de infelicidad que no faltan.  Aunque confieso que hace poco leí “Encuentra a tu persona vitamina” (y fue rapidísimo, rompí mi récord) y aunque reconozco que aprendí algo sobre la secreción del cortisol en momentos de estrés, y de la oxitocina, la hormona del afecto en momentos agradables, sentí que no era un libro para mí, concluí que eso de secretar hormonas a deseo, no es algo simple.  Sin embargo, lo regalé a tres personas cercanas, es un libro de autoayuda no tan simplista como otros, aporta información neurológica sobre nuestros comportamientos complejos de manera didáctica, y eso lo salva. Por tanto, no todo es tan malo.

Ahora bien, ya tenemos un largo tiempo invadidos de ideas que nos orillan a tener “pensamientos positivos”, se dice que es nuestra opción hacerlo; cuando sentimos necesidad de hablar de lo que realmente nos pasa, sobre nuestros miedos, inseguridades, tristezas, dolencias, desánimo frente al futuro que se intuye y se nos hace sentir mal, culpables de no hacer lo necesario para sentirnos en bienestar, con alegría, entusiasmo, amor por los demás y deseos infinitos de felicidad. 

El pensamiento positivo lo invade todo, se difunde por todos lados imágenes sobre una vida bonita, feliz, alegre, fotos y más fotos inundan las redes, sonrisas, amor, logros y viene la pregunta ¿en verdad se vive así? O es la forma en la que respondemos a la insistencia constante de vivir en bienestar como una responsabilidad porque si no lo hacemos, nos vemos mal ante los demás. Nos sentimos en fracaso.

En este libro se analiza el enfoque psicológico que nos ha llevado a esta situación en la que anhelamos la felicidad antes que cualquier cosa, sentir nos bien, en santa paz y armonía, que nada nos duela, fluyendo ligero… Nos dice que es un enfoque que nos insta a ser feliz sin mediar costos, para florecer, para crecer como persona, para ser una persona exitosa y se es así, se es buena.

La psicología positiva, tiene más de 30 años perfeccionando sus discursos y estrategias y se difunde por medio de terapias, programas de autoayuda, conferencias de personas exitosas que se venden en su producto logrado de ser felices, por medio de “influencers” que nos dicen lo felices que son con su estilo de vida  y nos invitan a seguirlos, que ellos nos dice cómo, por medio de Apps, en fin, existe toda una industria encargada de esta tarea y en eso estamos.

Pero sucede, que esta forma de promover una forma de vida, se ha vinculado con la producción, con la economía, y al llegar a las empresas, te dicen que seas feliz en tu trabajo, no importa las  condiciones laborales, si eres feliz se puede sortear todo, progresar, mejorar de puesto, volverle un emprendedor, etc.  Lo mismo, este enfoque positivo se vincula con las políticas hegemónicas y se construyen discursos ideológicos para promover emociones que hagan a las personas decir que son felices no importa las condiciones reales de sobrevivencia en las que habitan.

El libro se organiza en tres grandes apartados, en el primero nos describe todo el proceso de desarrollo de este enfoque psicológico, como nace, sus principales exponentes, algunas críticas y como las fueron superando hasta instalarse con gran fuerza y poder por ser un enfoque eficiente, económico en recursos y tiempos para lograr las conductas humanas felices que convienen a quienes las necesitan, y para ello, se ha enfatizado el individualismo, ese avanzar sin cargas, sin nadie que te lastre, sean hijos, parejas, familia.

El segundo apartado, se destina a reflexionar cómo se fue hilando, enredando, con el enfoque económico dominante, siendo una propuesta que ayuda en lograr trabajadores más felices que son capaces de trabajar más sin hacer reclamos convencidos de que van hacia la felicidad laboral prometida.

Y el tercero, tiene la intención de poner en la mesa, los efectos en las personas, el convencimiento logrado y las patologías sociales que, rezagadas, en un momento buscan su luz, y las personas se encuentran ante sí mismas frente a promesas rotas, enfermos, y sintiendo culpa de no haber logrado la promesa de florecimiento personal. El enfoque simplista, al dejar la de lado la complejidad humana, termina siendo contraproducente.

En esta última parte, se habla sobre la importancia de reconocer que no solo somos pensamientos positivos, sino que también necesitamos saber de los pensamientos negativos que nos habitan, comprender que no todo es blanco o negro, que somos una gama de emociones con diferentes matices, a veces nos sentimos medio alegres, muy alegres, eufóricos, otras veces, tristes, melancólicos, deprimidos, depende, la realidad en a que habitamos de en cuerpo y mente.  Es importante resistir negarnos al total de nuestras emociones, no siempre tener miedo es malo, puede salvarnos la vida, o sentir ira ante una injusticia, nos ayudar en reflexión de las circunstancias sociales, todos los pensamientos, sentimientos, emociones, nos hacen falta para vivir y avanzar.

Este no es un libro de autoayuda, no nos dice qué hacer, pero si permite reflexionar sobre este modo de ser en que nos hemos sumergido y hacer rescates, valorar lo bueno, tener claro qué necesitamos conocer y mejorar; ayuda a pensar que somos personas complejas, y que eso no es malo, sino que es parte de nosotros, y en la medida en que entendamos esta complejidad, pueden pensarse las maneras de atender aquello que nos sea perjudicial y alentar los que nos permita crecer, no solo como personas individuales, preocupadas por sí mismas, sino como parte de una colectividad.

Me parece que es un libro muy importante para reflexionar varias áreas sociales, en especial, la educación y partir de la pregunta que ¿Qué tanto la psicología positiva define una educación positiva?  Yo pienso que mucho, ya tenemos tiempo con eso de la educación emocional ¿va dando resultados? ¿En verdad podemos instalar pensamientos positivos en la educación cuando nuestros alumnos viven ambientes donde la adversidad los hace experimentar inseguridad, miedo, zozobra, dolor, tristeza? 

Es un libro, que puede ayudar a pensar problemas y ya con este conocimiento, algo se podrá pensar, algo que sea pertinente, y no solo se funde un deseo de felicidad simplista.