No encuentra mejor manera de iniciar que presentando el contenido de este pequeñísimo libro por parte del mismo autor:
En la Parte I.
La dopamina y el papel que juega, explicaremos qué es realmente la dopamina y
cómo funciona. Tras leer esta parte, entenderás por qué no puedes dejar de
mirar tu teléfono móvil, por qué te cuesta alejarte de las redes sociales o por
qué te enganchas a ver vídeos.
En la Parte II.
El problema, veremos por qué la dopamina puede ser un problema en el mundo
actual. En esta parte, descubrirás cómo tus transmisores de dopamina han sido
secuestrados y por qué esto puede suponer un problema.
En la Parte III.
Los beneficios de un détox, revisaremos todas las razones por las que un détox
de dopamina puede ser útil. Te presentaré varios tipos diferentes de détox de
dopamina y hablaremos sobre varios conceptos equivocados respecto a la
dopamina.
En la Parte IV.
Un método en tres pasos para un détox exitoso, explicaremos en detalle cómo
puedes implementar un détox de dopamina efectivo en tres sencillos pasos.
En la Parte V.
Hacer tu trabajo (y superar la procrastinación), nos centraremos en llevarte de
vuelta al trabajo. En esta sección, aprenderás a planificar tu día de manera
efectiva y a eliminar distracciones para ayudarte a mantener tu concentración.
Por último, en la Parte VI. Evitar la
“recaída en la dopamina”, trabajaremos con algunas herramientas y técnicas
sencillas para ayudarte a evitar el exceso de estímulos y a mantenerte centrado
en tus tareas clave a largo plazo. (Paginas 7-8)
Dado lo
que leí en éste y el otro llamado “Generación Dopamina” de Anna Lembke (que ya
comenté en este Blog y me llevó a éste), la dopamina es un neurotransmisor
entre las células nerviosas que nos aportan estados emocionales placenteros, excitantes,
eufóricos; al segregar dopamina nuestro cerebro anticipa recompensas, por tanto,
impulsa a realizar acciones para conseguir el estado de placer esperado, sin embargo,
no dura para siempre, y obtenida la recompensa necesitamos más dopamina para repetir
la experiencia excitante, lo que puede llevarnos al problema de necesitar más y
más liberación de dopamina para llegar a la situación ansiada, y ya, en este
punto, estamos en un problema adictivo.
Como
dice Anna Lembke, la necesidad de liberar de dopamina en forma anormal, es decir,
utilizando estimulantes de cualquier tipo (drogas químicas, por ejemplo) puede
llevar a estados de dolor, sufrimiento, pues siempre se querrá más y más
dopamina para lograr el estado de placer buscado con la sobredosis mortal.
En este
libro, también se habla de este neurotransmisor, pero como un factor desconcentrante
y le llama “Détox de dopamina” a la desintoxicación de ese torrente de
estímulos que hoy día nos rodean y activan la segregación de este
neurotransmisor en forma anormal, al grado que nos secuestra y evita que nos
concentremos en la realización de lo necesario que nos lleven a estados de
bienestar, de convivencia, de salud mental, de una vida saludable y productiva.
En este
libro se no explica que diariamente, desde que nos levantamos estamos en medio
de una infinidad de estímulos provocadores de placer productores de dopamina y
hace que nuestro cerebro nos diga que es bueno quedarnos ahí, en se placer, en
la banalidad, en lo simple, en el sin esfuerzo, salvo claro, no sea para
conseguir más placer.
¿Qué
cuales son esos estímulos? Por ejemplo, ahora lo más familiar es el abusivo de
dispositivos como teléfonos móviles, tabletas que nos mantienen en al tanto en
la diferentes redes y plataformas. Nuestro
celular ha pasado de una necesidad de comunicación, a una necesidad dopamínica,
queremos sentir el placer de subir nuestras fotos, ver las de los otros, de contar
los like que provoca; no leemos noticias con argumentos, no, preferimos noticias
falsas, memes, las simplezas que se publican en los TikTok, ver las fotos de Instagram
y así, simplemente divertirnos, pasarla bien en todo momento.
¿Se
trata entonces de una necesidad de dopamina en aumento? ¿Es una adicción que
distrae de lo verdaderamente necesario para una vida saludable y productiva?
Podemos hacer
una larga lista de lo que nos ocupa hoy día, como los videojuegos, la pornografía,
la comida, el juego, las apuestas, el sexo, el ejercicio, y más cosas que ni
siquiera sospechamos (Anna Lembke describe algunas insospechadas por mí).
En este
libro, se nos explica que estamos en medio de un sinfín de provocaciones dopamínicas
que nos secuestran e impiden concentrarnos para realizar esas tareas de la vida
diaria que nos aporten desarrollo, el logro de metas, superación personal, como
lo queramos llamar, el caso es que entramos en procesos de postergación, todo
lo vamos dejando para después del después, a lo cual el autor llama Procrastinación,
esa tendencia cada vez más presente en nosotros de postergar, retrasar, posponer
algo que se tiene que hacer y en vez de llevarla a cabo se opta por otras más
sencillas que eviten el esfuerzo que exige la primera que dejamos en
espera. Siempre pensamos, que eso que se
necesita hacer, se puede hacer más adelante, que puede esperar, y cuando ese
momento llega es porque ya se debe responder, como sucede con una tarea al
maestro, una orden de la madre con ese ahorita, ahoritita, etc., tan conocidos
por nosotros.
¿Por qué
esta tendencia a procrastinar en nosotros?, las causas son muchas y de tipo
personal, propias de nuestras historias de vida, que van desde la capacidad de
disciplina, valores, inseguridad, estado de salud, falta de sentido en la vida,
un problema educativo, no lo sabemos, el caso es que lo que tenemos que hacer,
lo vamos dejando para después del después hasta que llega el tiempo límite y ya
no tenemos opción, y acorralados respondemos a las exigencias, y por tanto la
respuesta no tiene la calidad ni solidez que podría.
Procrastinar
es un grave problema, y en esta debilidad humana, nos están esperando esos estímulos
que llenan ese tiempo donde nos refugiamos y hacemos algo que sea fácil, que
nos agrade, por tanto, se propicia la generación de dopamina y secretada en
nuestro cerebro, ahí queremos permanecer pase lo que pase.
Y vienen
los problemas mayores ¿Cómo nos alejamos de las redes? ¿Cómo me alejo de los videojuegos?
¿cómo dejo de comer en exceso? ¿cómo dejo de asistir al casino? Y quién sabe de
qué cosas más tenemos que alejarnos para dejar de procrastinar, tal vez, ver televisión
todo el tiempo, es decir, hacer algo que deja de ser normal, que hacemos en
exceso al grado de ocupar nuestro tiempo.
Entonces,
viene la sugerencia por parte de nuestro autor, nos habla de la importancia de
hacer un “Détox de Dopamina”, es decir, desintoxicarnos. En el libro, nada extenso, no pasa de las 70 páginas,
es como una manual, nos plantea algunas sugerencias, puede ser un détox de 24
horas, de 48 horas, o paulatino. Un
ejemplo:
Supongamos
que tenemos una actitud adictiva a las noticias (mi caso), entonces, si estoy
consciente de que mucho de mi tiempo se extravía en esta actividad y estoy
dejando de leer, estoy procrastinando la actividad que me he propuesto, pero no
es fácil, entonces hago otras que la postergan. Lo que debo hacer es un
programa que me vayan alejando de esa anomalía (Détox paulatino, lento)
1. Al despertar, no prender ningún dispositivo, elegir un horario para saber lo que pasa en el mundo, escuchar al programa que más aporte información, revisar los periódicos, comentar algo si se considera importante y cerrar todo. (No más de dos horas, comentar una noticia que me importa, lleva su tiempo)
2. Escuchar música el reto del tiempo, la que en ese momento apoye más.
3. Tener un horario flexible donde
se ordenen las cosas por hacer en la cotidianidad del día.
4. Si algo es difícil ponerse retardadores
al estímulo dopamínico, como dejar el celular apagado, la tableta en la otra
pieza, ir por un vaso de agua cuando se siente el deseo de asomarse al Facebook
en la computadora donde leo…cosas así, propias de nuestra creatividad y
espacio.
5. Al irse a la cama, en mi caso, leer
un libro físico para evitar los dispositivos. Por cierto, estoy leyendo Baudolino
de Umberto Eco, libro bello, bello.
Algo así
podemos hacer a sugerencia de este autor.
El mensaje
de fondo es comprender que algo estamos procrastinando por el exceso de estímulos
que nos producen placer, reconocer qué es, y entonces, construirnos esos Détox
de dopamina para recuperarnos, para hacer lo que se necesita hacer, cuando se
necesita, ni más ni menos.