En esta conferencia se discute el
sentido de la educación que se necesita en nuestro tiempo sociohistórico, esto,
reconociendo que cada modelo educativo responde a necesidades concretas de un
tiempo social, y éste, como ya nos dijo Alicia de Alba en un buen ensayo sobre
el curriculum, por desgracia, lo diseñan los que tienen más dominio de los
rumbos del mundo; aquí se afirma, que aún respondemos al modelo industrial,
diseño cuyo patrón formativo respondió los requerimientos económicos,
culturales, sociales...
Y ahora, este mundo que nos ha tocado vivir, tan
acelerado, tan complejo, tan incierto, necesita el diseño de su modelo
formativo porque aquel mundo aquel, ya no es, es otro,
por eso, ahora vamos diseñando, mejor dicho, van diseñando los "expertos" una
nueva propuesta curricular, quienes dictan, ahora qué "talentos" se
necesitan estimular y también cuáles inhibir en las nuevas generaciones, porque
eso hace una propuesta curricular mediante la educación, estimular en nosotros
algunas dimensiones que se creen urgentes, y disminuir otras, que se quedan
dormidas, por ahí esperando que ciertas circunstancias las despiertes, pero sin
orden, y emergen de manera caótica.
Algunos, como este intelectual de las ciencias, discute cómo la
educación nos disocia entre lo racional y lo emocional, o que lo emocional se
orienta hacia ciertos campos como las artes diversas, cuando lo emocional y lo
racional van unidos desde una complejidad de redes en uno mismo y la educación
necesitaría ser más atenta a cómo y desde donde aprende el ser humano, y así,
reconocer que en vez de saturarlos de un conocimiento estandarizado, se
trataría de despertarle su pasión, esa emoción y sensibilidad ante lo que ve,
hace, siente, de vivir la inquietud de conocer su tiempo, de ayudarle a descubrir
su responsabilidad en él, saber de qué tiene que hacerse cargo, como su vida,
situarse en el mundo donde nos ha tocado vivir, y así cada uno, asumiendo este
reto, será capaz de auto-diseñarse
creativamente para vivir con
dignidad, con entusiasmo, con amor a la vida. ¿Cómo se enseña esto? No lo sé,
es tarea que descubre cada maestro apasionado por lo que hace, se trata de una
apasionada-creatividad docente muy singular, que no da para recetas, sólo se
vive y se contagia ese deseo de que los otros hagan lo propio.
Por tanto, los diseños curriculares, no son
sólo la tarea de expertos y donde nosotros los docentes quedamos como
ejecutores, NO, los curriculum son instrumentos donde todos participamos, por
ello, los profesores, necesitamos tener claro ¿Para qué educo? ¿En qué tiempo
social me ha tocado vivir este desafío profesional? ¿A quiénes estoy formando?
¿Serán los niños que formo parte activa y propositiva del futuro inmediato y
lejano? ¿Estoy preparado, actualizado, motivado para vivir esta
responsabilidad? ¿Qué necesidades formativas voy viviendo y cómo las estoy
enfrentando?
Hablar del "para qué
de la educación" en la que habito como profesional, no ocupa que le
"repita los fines de la educación" del nuevo curriculum, sino de
explorar preguntas como éstas cuyas posibles respuestas-irresueltas siempre,
sitúen frente al desafío que cada uno descubre en el día a día de la educación.