martes, 27 de abril de 2021

Oligarquía, autocracia o democracia. Tres modos de gobierno cuyos dictados de vida social necesitamos reflexionar.

 

Regreso a la Jaula. El fracaso de López Obrador. Roger Bartra, Penguin Random House Grupo Editorial, México, Edición en formato digital, marzo de 2021.

Este es un libro de coyuntura, una reflexión sobre el presente que corre, en la que el autor pone en juego su formación antropológica y amplia cultura teórica para contarnos cómo mira el acontecer político y social del gobierno presidencial en turno. 

El dibujo de la portada no es un lagarto (por aquello del "pejelagarto"), se trata de una salamandra, que de ajolote vivió su metamorfosis, pero, finalmente vuelve a quedar  atrapada, idea que trabaja en la “Jaula de la melancolía”), bueno es lo que yo imagino al ver la portada, pero quien sabe, no hay una explicación de la misma.

En cuanto a la formación del autor definitivamente, da garantía de una reflexión de amplio espectro, abre hilos de análisis histórico, sociales, políticos, culturales, que ayuda a los lectores a posicionarse en la coyuntura y aprender, propicia pensamientos que invitan a revisar nuestras tomas de decisiones desde los roles sociales en los que estamos implicados por pertenecer a este momento histórico.

 Es imposible hacer una narrativa que cuente de qué trata el libro pese a que el título orienta. Sólo puedo decir, que me vi frente a una historia en la que todos estamos situados, nos dice cómo fuimos entrando en ella, cómo estamos ahora frente a un gobierno que pretende alejarse de otro que desdeña en el discurso, pero que en los hechos no puede abandonar, generando el rompimiento de promesas. 

 Es una lectura que refresca la memoria sobre lo que ha venido sucediendo desde antes de las elecciones de 2018, y las que estamos punto de vivir en junio de 2021, y quien va leyendo se asoma a algunos sucesos con sus detalles confirmando que ahí estuvimos, que somos parte de esta historia, dejando preguntas:  ¿Qué estoy haciendo? ¿Qué tanto sé de esto? ¿Desde qué premisas tomé decisiones electorales? ¿Por qué hoy apoyo, rechazo o ignoro la toma de decisiones del gobierno lopezobradorista? ¿Qué decisión tomaré el 6 de junio próximo? Y así…

 La tesis de Bartra es que este gobierno se enmarca en una necesidad de regresión a un tiempo que fue mejor, un tiempo que fue antes de nuestra inserción al proyecto neoliberal que tuvo entrada con Salinas de Gortari; una regresión que nace de una melancolía por otros tiempos, otros guías, otra  economía nacionalista cuyas promesas de desarrollo eran a partir un Estado del Bienestar, no de la Empresa Privada que hoy tenemos.  Nos dice que ese tiempo añorado, responde a otra fase de la historia, a otra realidad, por tanto, es un fracaso, ya que no se puede volver cuando estamos inmersos en nuevas coyunturas. 

 Por tanto, la idea de fracaso de este gobierno, no tiene que ver con acusar y defenestrar a una persona, en este caso a López Obrador, sino comprender quién es, qué hace, qué lo guía, por qué desea dar este giro a la historia.

 Los análisis y argumentos que se dan son muchos, podemos estar de acuerdo o no con el autor, pero indiscutiblemente nos lleva a pensar en los problemas que se abren con esta tendencia de regeneración de algo que tuvo su tiempo, y quererlo renacer, es traer a la vida a “algos” que harán más daño que bien.

 Me quedé con muchas preguntas, ideas, preocupaciones, por ejemplo, esto de que venimos de una oligarquía, ¿queremos una autocracia? ¿es pertinente en los tiempos histórico-sociales que corren por el mundo? ¿es posible moralizar a los mexicanos imponiendo sobre nosotros una idea idílica de lo buenos que somos dejando atrás el perfil del mexicano que heredamos del siglo XX? Y así… ideas que cimbran y exigen adquirir mayoría de edad ciudadana para ser capaces de tomar buenas decisiones sobre los gobiernos que necesitamos en todo nivel, municipal, estatal, legislativo, presidencial.  

 Hay que leer el libro, juzgarlo negativamente antes de adentrarse por sus planteamientos, impide la crítica capaz de abrir otras oportunidades. 

domingo, 11 de abril de 2021

¿Los educadores tenemos una formación antropológica? ¿Es necesaria?

 

Leer el libro de Roger Bartra, “La jaula de la melancolía. Identidad y Metamorfosis del mexicano” publicado en 1987, me ha dejado una gran preocupación y angustia profesional, que al final aclararé.

Si bien, el concepto de melancolía deviene de una larga duración (dice el autor que data aproximadamente 2 milenios y medio, ya desde Hipócrates se le reconocía), en la cual, se ha llenado de una variedad de significados y efectos en sus momentos histórico, en este libro, el concepto es acotado como un sentimiento de añoranza de momentos míticos vividos, de una nostalgia histórica que a su paso se ha ido fortaleciendo con emociones complejas que desembocan en tristezas, resabios, violencias, inconformidades, que hablan de viejas heridas abiertas que no sanan.

La antropología es un campo disciplinario que no me es cotidiano, y nunca hubiese leído un libro de este tipo si no fuese por la necesidad de leer otro recién publicado “El regreso a la Jaula”.  ¿De qué jaula me pregunté? Iniciada la lectura, tuve detenerme para averiguar de qué escapamos y a qué hemos vuelto. 

La lectura no es sencilla, pues el autor hace un análisis de la identidad mexicana desde una mirada amplia, epistémica diría yo, pues echa mano de biólogos, historiadores, otros antropólogos, ensayistas como Octavio Paz, filósofos diversos, sociólogos, etc., y lo que me ayudó fue haber leído otro libro hace poco “La patria y la muerte” de Trueba Lara, donde se aborda como se construyó la identidad mexicana a partir de la revolución. 

Ha sido una lectura muy reveladora de tantas ideas que nos cruzan como mexicanos, que más que una certeza informativa acumulada, deja, es una gran cantidad de metáforas por explorar.

Se trata de un libro que provoca continuar con una investigación para reencontrarnos con nosotros mismos, clava inclemente preguntas sobre quienes somos, por qué hemos llegado a este punto de la historia cargando tantas ideas ya ni siquiera reflexionadas, tornadas mitos ancestrales, despojadas de su origen, tiempo y espacio que organizan nuestros modos de sentir, pensar, hacer, ser…

A reserva de volver a leer este libro (una sola lectura no es suficiente), me han quedado tres ideas que cimbran:

·       El mito del edén subvertido, que se explica desde el momento en que se encuentran dos culturas, una “salvaje”, otra que se afirmaba “civilizada”, y en este suceso, se construye la noción de “cultura originaria”, que arrancada de sus costumbres, formas de vida, y es lanzada hacia una modernidad que como promesa, nunca alcanza, por ello, se piensa que fue un pasado originario, mejor,  al que se anhela un regreso imposible, dando lugar a la melancolía.

·       El mito de la sociedad campesina, cuyo despliegue temporal, cultural, difiere de las sociedad urbanas, en desarrollo pujante, que deviene después de la revolución, momento en que había que hacer cambios y a éste, los campesinos olvidados, lastimados, llegan a las ciudades guiados por promesas de justicia social, a la construcción de un hombre nuevo y libre, promesas que nunca se cumplen y aumentan esas heridas sociales llenas de nostalgia por la vida de los pueblos, siempre más acogedora que la frialdad urbana. Y nuevamente, la mirada al pasado con profunda añoranza, porque en lo pasado, ya solo se recuerda lo mejor que ha sido idealizado.

·       Que la creación de la identidad del mexicano, responde a las necesidades de desarrollo de una sociedad dominante que ignora la variedad de Méxicos en un mismo México.  Se es mexicano desde una forma legitimada sin ver todos los claros-oscuros que esto encierra y esta situación de imposición, aumenta esta melancolía social gestada hace siglos.

Estas tres ideas las desarrolla desde una interesante metáfora, la del ajolote, un anfibio que siempre permanece en estado larvario, el cual se encuentra en extinción.

Bartra usa esta metáfora para indicar, que los mexicanos hemos estado en este esta larvario, que desde nuestro estado “salvaje”, estado original en que nos encontraron los otros, y que no hemos tenido las condiciones para consolidar una metamorfosis; que hemos tenido un contexto complejo que nos ha llevado más a la extinción de esa forma de ser primigenia, y al estar en la amenaza de extinción, lo que estamos haciendo es reconstruirnos en otras personas, naciendo como “otros”,  capaces y fuertes para responder a a los nuevos desafíos de la época.

Este análisis, lo realiza, cuando se dan los movimientos sociales de fines de los ochentas, cuando surgen nuevos partidos, y el dominante, vive resquebrajos que anuncian su final.  Sostiene, que los mexicanos estamos saliendo de la Jaula, que estamos abandonando ese pensamiento melancólico que nos llevaba a la añoranza de tiempos pasados, incapaces de construir futuros alternos y más prometedores.  Es un libro optimista… ¿Realmente si logramos salir? Y si salimos, ¿Qué nos ha pasado? ¿Estamos retornando? Bueno, es tiempo de volver a la lectura de “El regreso a la jaula. El fracaso de López Obrador”, y les cuento luego.

Pero ¿por qué me he quedado tan preocupada? Ya casi tengo 44 año de ser profesora, y leyendo este libro me he preguntado ¿por qué hasta ahora tuve la oportunidad de pensar en quién es “este sujeto llamado mexicano” que ha estado bajo mi trabajo pedagógico? ¿He trabajado con la noción política hegemónica construida por el poder en turno? ¿he contribuido a formar personas melancólicas al ser una empleada del estado mexicano? Y las respuestas son muchos sí.

Desde que se tiene conocimiento de lo curricular, eso se sabe, se forma al sujeto que cada momento histórico necesita, eso me queda claro, pero lo que es imperdonable es hacerlo en medio de la ignorancia sobre las personas que somos por el resultado de la historia social, ignorantes de todos los elementos fundantes de nuestras formas de ser, pensar, sentir. 

La formación normalista, aunque dependa del Estado, necesita una lectura antropológica sobre las personas a quienes educamos, si lo hacemos, nuestra pedagogía será más sensible a las formas de constitutividad humana que necesitamos y nos merecemos como sociedad, rescatando nuestra historia real, no idealizada.  Nacer desde lo que potencialmente somos. Y esto aún no lo hemos explorado.

 

 

 

 

domingo, 4 de abril de 2021

¿Melancolía social? ¿De qué se trata?

Se ha publicado un nuevo libro de Roger Bartra, “El regreso a la jaula. El fracaso de López Obrador”, que como su título indica, tiene que ver un análisis de las políticas implementadas por el Gobierno de López Obrador. 

Su lectura no es difícil, debe ser porque soy parte de este momento histórico y por la información que tengo al respecto, no me es ajeno su sentido, sin embargo, el sesgo del análisis es de corte antropológico y sociológico, y subyace una pregunta que indaga sobre el por qué los seres humanos implicados, en este caso, los mexicanos, respondemos a esta etapa histórica desde una profunda melancolía.

Melancolía... una palabra que se dice fácil, pero nada simple, pues en ella se contienen significados que tienen que ver con este ser, hacer, sentir, pensar abatido, ansioso, con miedos, tristezas que estamos experimentando y que sin llegar a la profunda depresión que inhabilite, nos sumerge en desalientos, desánimos, sufrimientos, propias de una negrura existencial, donde germinan amarguras, actos de sobrevivencia violentos que no invitan a desplegar nuestra mejor civilidad y nos conduce por nuevos peligros de socialidad.

En el afán de comprender mejor este libro, y superar la intención morbosa de ver en qué consiste este regreso a una Jaula sólo por haber elegido un tipo de gobierno y no otro, me he comprado otros dos libros para comprender mejor este fenómeno analizado desde la perspectiva del humor negro llamado melancolía.

Uno de los libros es este: La melancolía moderna, libro no muy extenso, ameno, fácil de leer, pues desde la descripción de las “melancolías” de algunos personajes, a quienes nunca imaginé en dicho estado, como lo son William James, y otros que sí, como Edgar Alan Poe.  Se van narrando las vicisitudes de estos y otros muchos personajes en el terreno de la filosofía, las artes, la ciencia, quienes enfrentaron este estado anímico de la melancolía.

Y terminada la lectura, pienso que la existencia, cuando ésta se torna consciente del reto que implica, lleva a experimentar cada día grandes batallas para sostenernos en el sentido de vida que nos construimos con tanto esfuerzo esperanzador hacia una vida que busca más vida, lo cual no es fácil, porque cotidianamente se nos fractura, pues la realidad no es como queremos que sea, sino incierta y nos acechan sus misteriosos derroteros pulsados por nuestra propia ignorancia sobre ella. 

Y en esta batalla, sentimos añoranza por lo que en un breve lapso de tiempo todo pareció funcionar bien, pero el tiempo en su fluir nos desbarata esa sensación y en medio de los pedazos recordados, nos quedamos ahí, abatidos, tristes, añorando lo que ya no tenemos ni volverá y deseamos fervientemente que así sea, quedando atrapados en la jaula de la melancolía.



Bueno, seguiré leyendo… Seguramente esta impresión, seguirá modificándose con la lectura de otro libro ya listo: “La jaula de Melancolía. Metamorfosis del Mexicano” y terminando vuelvo al libro “El regreso a la Jaula. El fracaso de López Obrador”.


No lo dije, pero debo indicar que Roger Bartra, es un académico mexicano, con una fuerte trayectoria antropológica y sociológica indiscutible.