Oded Galor. El viaje de la humanidad. El big bang de las
civilizaciones: el misterio del crecimiento y la desigualdad. Traducción de
Olga García Arrabal. Ediciones Destino, 2022. Edición electrónica.
Y me encontré con este libro “El viaje de la humanidad” de
Oded Galor de reciente publicación, donde expone una teoría muy interesante que
aborda el problema de la desigualdad humana planteándole como un misterio que
necesitamos descifrar. Le llama “Teoría Unificada
del crecimiento” y si entendí bien, consiste en una revisión integral de los
factores que han participado del desarrollo o estancamiento de las diversas
sociedades de nuestro tiempo.
Dice que, hasta el momento, se ha reflexionado el progreso o
estancamiento por métodos separados; por un lado, los enfoques económicos,
culturales, por otro, los antropológicos, sociológicos, etc. Pero tales abordajes, no propician una mirada
profunda que de cuenta de una sería de fenómenos causales que tienen que ver
con sus historias, su caminar desde su origen como sociedad, por su evolución como
especie y como productor de tecnología para su subsistencia, lo cual tiene que ver
también con sus entornos físicos, culturales y construcción de instituciones. Afirma que, si no tenemos este reconocimiento,
no sabremos que aspectos trabajar para un desenvolvimiento futuro que lleve al
progreso de estas sociedades.
En su interesante método, plantea tres momentos en este
largo viaje como humanidad, la época malthusiana, la post malthusiana y la del
crecimiento moderno. Dice que la
primera, nos ha ocupado la mayor parte de nuestro tiempo, algo así como el 90%,
y que solo durante los últimos dos siglos es cuando se han dado una serie de
transformaciones que han marcado un punto de quiebre para que la humanidad diera
pasos insólitos para los siglos anteriores.
Afirma, que el ser humano, “homo sapiens”, puebla la tierra
desde hace 300,000 años, que le llevó mucho tiempo desarrollarse, adaptarse inteligentemente
gracias a su cerebro, moverse por la faz de la tierra y ocupar todos sus rincones,
desarrollar tecnología para ayudarse en su subsistencia, le llevó milenios descubrir
que podía sembrar, producir su alimento, que podía construir civilidad formando
ciudades gracias a la revolución neolítica,
que todos concuerdan surge en el llamado “Creciente Fértil”, hace casi 12.000 años debido a la abundancia de una amplia variedad de especies
domesticables de plantas y animales, que aprendieron a domesticar. Cuando pensamos en el surgimiento de las sociedades
milenarias en comparación con el surgimiento de la especie humana, nos
encontramos con una cantidad de tiempo viajando como humanidad, que sorprende tan reciente nuestro progreso en los últimos
dos o tres siglos. ¡Asombroso!
Nuestro autor, afirma que, como especie humana, vivimos atrapados
en la “Tesis malthusiana” por un enorme tiempo.
Esta tesis sostiene que se crea o nace más gente que consume lo que se
produce, en vez de generar más gente con capacidad de acumular, de tener excedencia
de recursos y esto se vuelve un círculo de miseria, es decir, si hay más
alimento, se genera estabilidad, nacen más hijos, y un día, el nivel de vida
cae, la tecnología con la que se cuenta no alcanza para mantener la nueva
demografía generada por el mismo progreso. A esto le llama uno de los misterios
de la desigualdad, en los que la humanidad ha persistido por milenios, superado
en muchas sociedades de avanzada, pero aún con presencia en muchas otras.
La época post malthusiana sucede cuando se reconoce la importancia de preparar
a la nueva generación para vivir en los cambios generados por la innovación, la
invención, que necesita personas preparadas. Surge la importancia de educar a
los niños, lo cual implica invertir en ellos, como cuesta, se tienen menos
hijos y esto lleva a la disminución de los nacimientos. Cuando se irrumpe el
crecimiento demográfico, gracias al avance de la tecnología y necesita personas
con preparación, se rompe la tesis malthusiana, se construyen nuevas ruedas de
cambio.
Y entonces, la educación se vuelve esencial para que las personas
puedan situarse mejor en las nuevas transformaciones a causa del desarrollo tecnológico,
y esta a su vez, favorece la capacidad de inventiva, el descubrimiento de
nuevos procesos y esto genera progreso y la solución de problemas que aquejan
la vida, que lleva a vivir más años, mejorar la salud, la renta per cápita,
etc. La época malthusiana era un tiempo de subsistencia, todo el esfuerzo se orienta
a mantenerse vivos, pero cuando se reconoce el valor de la creatividad humana
en la producción tecnología cada vez más sofisticada, y al necesitar de personas
educadas para vivir en esos cambios, se da un punto de no retorno.
El avance de la tecnología, la producción de riqueza crea nuevas
necesidades que se traducen a formas de gobierno, creación de políticas,
cultura, etc. el descenso de la
natalidad e inversión en la preparación de las personas.
De una forma apasionante, el autor va describiendo, poniendo
ejemplos de análisis de diversos desarrollos de sociedades donde influyen desde
sus patrones culturales, los espacios físicos, sus políticas en su desarrollo o
estancamiento, que va dejando en claro, que atender los problemas de miseria,
de carencia de sociedades actuales, exige conocer a fondo el proceso que ha
vivido esa sociedad en concreto, comprender las causas subyacentes que la
sitúan en el estado actual para entonces producir acciones que la saquen de ese
círculo de pobreza o subdesarrollo en que se han atorado sus ruedas de cambios,
como él llama. Es un libro algo extenso, pero de lectura ágil, tiene claridad
en sus afirmaciones apoyadas con ejemplos que dejan pensando en la factibilidad
de esta versión.
En especial, me agrada pensar que existen otras formas de
pensar la pobreza, el subdesarrollo, y no sólo esta tendencia a ver al
capitalismo y neoliberalismo como enemigos a los cuales debemos atacar para
aminorar esta desgracia de aun tener sociedades atoradas en su viaje hacia la mejora
de su situación y es interesante, este el planteo que hace sobre la educación.
La educación de las personas (por diversas razones que
explica en su libro), la colocan como una rueda, que junto con otras, provocan
movimiento, cambio. La educación forma
personas que a su vez producen más cambios tecnológicos, que exigen más
educación, y esta fuerza transformadora, es capaz de imponer un punto de
inflexión que rompe inercias y produce grandes transformaciones. Y no la plantea como una panacea, sino como
una necesidad del viaje.
Y habla de otros elementos, como las dos caras de la
diversidad en el progreso que me dejó preocupada, pero dice que, si reconocemos
este problema, que, si educamos en la tolerancia, el respeto, tenemos la
capacidad de pensar y resolver los nuevos problemas en que nos ha puesto el
mismo progreso, la demografía y otros muchos problemas en los que estamos
inmersos como lo es el cambio climático.
Como educadora, veo en este libro, el papel que tiene la
educación en este largo caminar de la humanidad, me permite pensar en una
educación alejada de idealismos, esas palabras que la embellecen, para pensarla
como un proceso que facilita la colocación de las personas en su real-realidad,
en la dureza de los tiempos que le van tocando vivir para enfrentarse a esas
ruedas de cambio que avanzan, para que seamos nosotros las que la movamos con
un sentido y dirección cuyo beneficio suceda con el menor perjuicio colateral
que ese mismo desarrollo produce.
Este libro me parece, necesita ser leídos por todos los que
nos dedicamos a la educación. Nos ayudaría
a construir mejor nuestro lugar y sentidos en el acto de educar.