jueves, 10 de marzo de 2022

"Regresión educativa" ¿A dónde nos dirige si no la comprendemos e intervenimos a tiempo?

 

 


El ensayo “El populismo en Educación”, con el primero de los escritos que integran el libro “La regresión educativa” (Grijalbo, 2021), Guevara Niebla, un crítico de la educación mexicana de larga data, ¿Quién de los maestros en su formación no ha leído algo de él?, espero que todos respondan positivamente) nos presenta dos ideas centrales a mi ver, la primera, y que no nos extraña,  la conocemos de toda la vida “la educación no es prioridad” y la segunda, nos cuenta, cómo se ha disminuido y reorientado el financiamiento educativo, y cómo este poco recurso económico, se destina a programa de becas o entrega de dinero sin intermediarios, donde más que buscar el desarrollo de la educación, se tiene como meta favorecer un clientelismo ad hoc a los sentidos políticos del gobierno en turno; nos cuenta como AMLO, es el centro de tales disposiciones ante la concentración de poder de que ha logrado al colocar a sus subalternos en las dependencias institucionales, quienes siguen sus órdenes sin resistencia, tal es el caso de nuestra secretaria Delfina Gómez.

Entonces, la regresión educativa se da por la asfixia de los programas educativos ante los recortes auspiciados por la gran idea populista de la “autoridad republicana”, concretada en despido de personal, recorte o suspensión de programas, reducción de salarios, suspensión de asesorías impidiendo la incorporación de ideas actualizadas, suspensión de equipos de cómputo tan importantes hoy día en la educación, etc.,  Esto no sólo se vive en las instituciones educativas sino en todas las dependencias del país.  ¿Y el dinero a dónde se destina? A los programas del bienestar, a dinero que se da en la mano, sin supervisión, sin tener claridad en su manejo, pero garantiza una clientela a favor del gobierno encabezado por AMLO.

Esta realidad innegable va dejando una estela de retrocesos, que se aumentan de manera aún incalculable, con la llegada del COVID-19, la pandemia. 

Guevara Niebla, afirma como muchos otros intelectuales, que esta situación nos puso en la cara, la desigualdad, la injusticia, los problemas crónicos de la educación mexicana, que, en vez de mejorar, se han agudizado.

Estamos inexorablemente en esta “regresión educativa” que es favorecida por un suceso natural, la pandemia, es cierto, pero también se debe a las decisiones políticas que se han tomado, la opción desde el poder, ha sido recortar las ya insuficientes finanzas a la actividad educativa. Este desinterés por la educación, sucedía antes del fenómeno “Cuatro T”, era notorio, pero hoy, con lo que ha pasado, se vuelve una actitud mezquina, pues el poco dinero (dado que no se trabaja en una mejor política fiscal que recaude ingresos para lo prioritario-social), se destina a proyectos clientelares, y a obras, que, si bien pueden ser importantes, habría que reconocer que no estamos en jauja para hacerlos hoy.

El ensayo no tiene pierde, lo escribe una persona que estuvo ahí, que vivió situaciones, que tiene una larga historia en mundo educativo, que sabe de qué habla… Deja ideas en qué pensar, por ejemplo, menciona la necesaria reflexión que tenemos que hacer todos lo implicados sobre esto y pensar en los problemas en los que cada uno puede reconocer y comprometerse desde sus microespacios, menciona la enseñanza, ese es nuestro ámbito, y cómo desde ahí, haciéndolo bien, con buena formación, con cultura pedagógica, con ese compromiso ético y responsable frente a cada niño, podemos romper el círculo de la desigualdad, dando la oportunidad de vivir una educación que le permita hacerse cargo de sí mismo, de su vida, y del tiempo que le toca vivir… Cómo le escuché hace poco Díaz Barriga, (otro grande de las letras sobre educación), somos mayores de edad, no necesitamos decir “fórmame para trabajar mejor”, como adultos, tomamos decisiones, y ser un profesional preparado, culto, que mira en la penumbra de los futuros que se ofrecen, es una decisión del ámbito muy, pero muy personal.

Maestros, hay que leer este libro, nos ayuda a comprender nuestra real-realidad educativa y cuando esto pasa, cuando comprendemos la raíz de los problemas, nos situamos y nos ponemos a hacer nuestra tarea con más sentido y profesionalismo… Yo mañana, sigo el “Claroscuro de la reforma educativa 2013-2018”, esa mal llamada reforma, desaparecida, dicen… veremos.


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