lunes, 27 de noviembre de 2023

Abigail Shrier. Un daño irreversible. La locura transgénero que seduce a nuestras hijas.

 

Abigail Shrier. Un daño irreversible. Deusto, 2020, Conversión a Libro Electrónico por Editorial Planeta, 2021.

 

En el tiempo que nos va tocando vivir, sabemos de viejas problemáticas heredadas, y algunas se atienden, otras siguen postergadas, y en su seno crecen y desencadenan otras.  En medio de estos nuevos rumbos, lógicas y postergaciones, brincan problemáticas que nos asaltan, ya por su novedad, porque apenas pueden pensarse, y se van viviendo invisibilizadas, ajenas a las agendas políticas, pero ahí están, listas para cambiar nuestras preocupaciones.

Este libro (y otro que me esta esperando llamado “Nadie nace en un cuerpo equivocado), plantea una problemática que tiene que ver con la mujer, y no lo aborda como ese viejo asunto histórico que expresa la vieja deuda con el desarrollo de las mujeres, el trato plagado de injusticias que ha negado espacios para florecer en todo su potencial.

No, no habla de ello. Habla de una nueva amenaza para el desarrollo de las mujeres, quienes atrapadas en un sin de conflictos, menospreciadas, violentadas, afligidas por el poco aprecio de su rol, ahora desean modificar su biología y volverse hombres. 

Este libro de una tendencia peligrosa de niñas, adolescentes y adultas, quienes dicen sentir nacieron en un cuerpo equivocado, y que tiene todo el derecho de hacer ajustes necesarios para cambiarse hacia el otro sexo, pues solo tenemos dos, eres hombre o mujer, por tanto, hoy, muchas mujeres se siente hombres en un cuerpo femenino, que eso de tener senos, vagina, una estructura ósea para el parto, no les es conveniente, que se sienten mal, y necesitan urgentemente hacer algo al respecto. A esto se le llama “disforia de género”.

Hemos sabido de esta incomodidad en el sexo biológico propio, especialmente en hombres. Se sabe de casos aportados por la medicina, y se afirma que cuando menos el 0.01 por ciento de la población, desde sus primeros años vivían esta situación; sabíamos de hombres biológicos que se decían atrapados en ese cuerpo, y necesitaban moverse hacia el de una mujer. A estas personas, les llamamos hombres-trans.  Pero mujeres trans, se hablaba poco.

La situación ha cambiado en la última década.  Según este libro la “euforia de género” se ha desatada entre las mujeres, especialmente en las niñas y adolescentes, en mujeres de mediana edad, y algunas, con avanzada de edad.  Mujeres que salen del closet y dicen “me siento hombre”.

El libro tiene como contexto a los Estados Unidos, especialmente a estados que han modificados sus leyes para dar cabida a estas nuevas demandas y derechos de la ciudadanía “trans”, los grupos LGBT+, ahora, con las demandas de inclusión, apelando a derechos, estos grupos diseñan, presionan, y gestionan nuevas políticas que afectan a la educación, a la salud emocional y biológica, y generan un contexto de personas victimizadas que demandan ser escuchadas, atendidas, y quienes no lo hagan, son señalada como homofóbicas, racistas, y diversos calificativos que dañan su más sólida refutación, aunque sus argumentos sean sólidamente fundamentados.

La autora nos cuenta, cómo se va gestando una sólida y extensa red de instituciones educativas y de salud que trabajan para atender a estas mujeres aportándoles orientación, sustancias, hormonas masculinas, fajas especiales para apretar los senos, mastografía a solicitud, faloplastias, es decir, creación quirúrgica de un pene tomando grandes cantidades de piel de otras partes, mutilando una parte del cuerpo, para crear otra con dudosa funcionalidad.

El libro me ha impresionado.  Habla de las jóvenes de este tiempo, quienes viven múltiples exigencias y en medio stress, soledad, se gestan en ellas, diversas afectaciones psicológicas, inseguridades, y viven en un malestar, y en esa vulnerabilidad se encuentran con esta tendencia que se difunde por personas de las redes, quienes se hacen una transformación y la difunden por  YouTube, en diversas plataformas y cuentan cómo todos su problemas por arte magia desaparecen al sentir que eran hombres atrapados en un cuerpo de mujer, y aconsejan seguir su ejemplo de felicidad.

Narra experiencias de padres que han enfrentado tal situación, quienes, si no apoyan tales cambios, son presionados por las hijas, quienes amenazan con el suicidio, y si finalmente no acceden termina como personas tóxicas pues los grupos de trans, aconsejan apartarse de la familia, dando por argumento una falta de respeto, de amor a las necesidades que tienen.

Menciona la emergencia de una psicología, cuyos profesionales practican una “terapia afirmativa”, es decir, reciben a pacientes mujeres que se “sienten-hombres”,  jóvenes con múltiples problemas psicológicos que no se revisan, no se hacen buenos diagnósticos de la patología que las lleva a terapia, tan solo al escuchar “me siento hombre”, dicen que les creen, las afirman en su sentir, las apoyan en sus tratamientos hormonales de testosterona sin analizar los cambios y daños posibles que tal modificación a su genética pueda acarrear en el futuro.

Nos Habla de la educación, como desde estos espacios, ya se introducen estos contenidos, y reciben una afirmación a un descubrimiento espontáneo, sin historia, y bajo la lógica de la inclusión, son aceptados como nuevos miembros que salen del closet.  E igual, nos informa sobre la cadena de consecuencias de estas medidas apoyadas por terapeutas y médicos a la medida de tal exigencia sorpresiva de “me siento hombre”, relata cómo con diagnósticos inadecuados, se hacen cambios físicos y hormonales que a la larga afecta la salud de estas múltiples formas.  Al pasar el tiempo, se van viendo mujeres arrepentidas.

El libro deja un mareo, una sensación de terror, un miedo ante este nuevo problema…Y en medio de esta narrativa pensé… ¿Qué pasa con la mujer? ya no se habla de mujeres, sino de personas gestantes, personas menstruantes, personas con vagina, es decir, se evita la palabra, tan sólo son personas que pueden modificar su biología de acuerdo al sentir que se antoja. 

Veo una trasgresión a nuestra biología humana dividida en dos sexos, hombre y mujer, cada cuerpo con características y funciones específicas que garanticen nuestra presencia, pero ahora las mujeres convertidas en personas trasns, se vuelven hombres, y la gestación humana, ¿¿Qué?  ¿Es otro modo de lucha de lo masculino contra lo femenino? Bueno, el mareo es cada vez más grande… ¿Qué nueva realidad está ahí, gestándose para asaltar la educación? ¿para asaltar a la familia? ¿Para asaltar a la especie humana? No lo sé, pero me quedo muy, muy preocupada.

Dejaré pasar unos días antes de iniciar el siguiente libro “Nadie nace en un Cuerpo equivocado”, cuyo contexto es España, pues parece que, en México, la moda trans en las mujeres, se encuentra en la oscuridad, está ocurriendo en el silencio de las familias, en la soledad de quienes lo van viviendo sin saber de dónde asirse.

Hay que leer sobre este asunto, y así, cuando emerja con la fuerza con la que crece en otros países ya la viven, tengamos información y algo podamos hacer para cuidar a nuestras niñas, a nuestras jóvenes, en especial a las niñas, quienes merecen ser protegidas de las influencias, de las modas que tienen fines que no alcanzamos a mirar, puede haber farmacéuticas, el lucro de las redes, tantos fines con amenazas ocultas. Pero en especial, comprender que las mujeres, nuestro género, es decir, ese rol social que nos da, aún tiene muchas batallas que librar para cambiar las reglas del trato que se nos otorga. Comprender que esto de cambiarse de sexo es una cobardía y las mujeres necesitamos seguir siendo valientes.

 

jueves, 23 de noviembre de 2023

Dignidad. Javier Gomá Lanzón. Una gran palabra que amerita de nuestra reflexión.

 

Javier Gomá Lanzón. Dignidad. Galaxia Gutenberg. 2019. Edición Electrónica.

 

Desde que supe de este libro, el título escueto, me llamó la atención, pues como dice él, mucho hablamos de dignidad, pero sólo tenemos un sentir, de estar bien, ser dignos de algo, pero termina siendo una palabra que se siente y poco se piensa.  No la encontramos como concepto, es decir, una idea que se acote por un cuerpo de ideas que le dan textura, forma para ser pensada, y pasar del sentirse hablar de ella reflexivamente, sacarla del mundo interior, hacia lo exterior.

En la primera parte del libro, el autor hace un recorrido por ideas de varios autores, desde los griegos a más actuales, en cuyos escritos aparece esta palabra, “Dignidad” y nos hace ver, que siempre se usa como un adjetivo, como una palabra que compensa un deseo estar bien con uno mismo y con el mundo, quedando subordinada a otras palabras como libertad, por ejemplo.

En este recorrido, busca conceptualizarla, dotarla de los atributos que la acoten, y permitan decir, esto puede ser la dignidad.  En tal afán, consigue decirnos que dignidad es la palabra que designa una propiedad privativa de nosotros los seres humanos, que es inexpropiable, incanjeable, inviolable, y por poseerla, somos acreedores frente al resto de la humanidad, y que ésta, es deudora, es decir, se trata de una relación de respeto mutuo. Nosotros la aportamos y el mundo nos debe devolver el mismo trato digno.

La dignidad la piensa como necesidad de resistir a todo aquello que pretenda corromper nuestra vida, este lapso de tiempo, donde nos vemos en la exigencia de optar por aquellas opciones que nos hace portadores de experiencias excelsas, de las mejores que seamos capaces de aportar al mundo, para así, llegado el momento en que el cuerpo vivo, al convertirse en cadáver, podredumbre, ese cadáver no sea quien se lleve el recuerdo, sino la estela de vivencias aportadas hacia los otros, dice, que morir sea un escándalo, que no existir, haga falta al mundo que dejamos, que falta nuestra parte de dignidad.

En este tono, va reflexionando aspectos diversos, por ejemplo, vivir actos éticos al tomar decisiones que nos hacen ser mejores personas, y aunque la mayoría las llegue hacer, si no es algo que nos lleve a la grandeza de nuestras emociones y pensamientos, no hacerlo.  ¿Cómo se sabe esto? Cuando lo que tiene que hacerse se siente mal, puede generar repugnancia, y esto nos avisa, que éticamente, no es correcto, y no porque todos se vean implicados, nos arrastren en algo que no es digno.

Habla de la cultura, del lenguaje, de cómo se ha ido perdiendo un modo de decir oral y por escrito, lo que sucede, vamos dejando un “lenguaje elevado” que nos dignifique para terminar con expresiones pobres en ideas y emociones, lo cual nos empequeñece, nos extravía de un destino mejor. 

Menciona el valor de la amistad, como un sentimiento que sólo se da, no es imprescindible, como el amor entre personas que dan origen a la vida, o de los padres a los hijos que permiten su cuidado, no la amistad es un sentimiento que une, y lo sugiere para para vivir mejor en estas sociedades posmodernas, donde cada vez nos vamos quedando más solos.

Este libro que hace pensar en lo que estamos haciendo, y cómo vamos pasando por la vida al momento de la muerte, donde solo quedará nuestra dignidad, eso que fuimos e hicimos y que nadie nos pidió, eso que fuimos e hicimos porque lo necesitamos para crecer, para florecer pese a los mil obstáculos encontrados, superándolos, reconociendo los momentos a favor de nuestra obra, cualquiera que esta sea, la cual queda impregnada de nosotros, de nuestra más elevada dignidad.

Al final, me parece que se extravía un poco, pero cuando menos las tres cuartas partes del libro, son un remanso de ideas, que nos ayudan a ser mejores personas.

 

sábado, 11 de noviembre de 2023

Agitación. Jorge Freire. Sobre el mal de la impaciencia.

 


Jorge Freire. Agitación: Sobre el mal de la impaciencia. Editorial Páginas de Espuma, 2020, Edición Electrónica.

 

Ente libro se filosofa sobre un problema de gran actualidad, pero el estilo de filosofar, dista de otros libros, donde la filosofía, para adentrarse a su nudo problemático, recurre a conceptos un poco ajenos para nosotros, personas ajenas a ese campo.

La forma de plantear los asuntos que aquí se discuten, como dice el mismo autor, es algo barroca, es decir, se vale de una idea para entrar en otra, la agota y vuelve al comienzo, vuelve a recurrir de apoyos hasta plantear su propia idea. Concuerdo, sí es muy barroco, pero también es ameno.

Jorge Freire, ha dedicado este libro para  analizar conductas de personas que pertenecen a una generación devenida de los 90s a la fecha, especialmente a la generación denominada como “Z”, personas nacidas en un momento donde el tiempo se nos empezó a acelerar con la llegada de instrumentos que nos ponen de cara frente a los sucesos en tiempo real, medios de comunicación que nos rodean y bombardean de un sin de situaciones que estimulan de ciertos modos nuestros modos de ser, estar, pensar, hacer en este mundo.  Especialmente a los jóvenes la irrupción de las tecnologías les ha transformado su futuro, pero no quedamos exentas personas mayores, quienes, a pesar de provenir de otros dinamismos sociales, igual impactan nuestras ideas de orden, sentido, y dejan caos.

Nos sitúa frente al problema de la conformación de subjetividades en el aquí y ahora, sometidas a un presentismo dinámico, el futuro se les acerca y sienten que todo llega con el mínimo esfuerzo; es una generación que va entrando en estados hedonistas al privar en ellos, el deseo por sobre una razón que propicie un pensamiento que orden el ritmo de la conformación de su subjetividad.

Dice el autor, que estamos frente a una generación preocupada por la satisfacción de deseos mutantes que nunca cesan, todo lo quieren y ya, esto les hace vivir un estado de agitación permanente; le llama “homo agitatus”, es decir, un ser humano sobrecargado de estímulos que lo saturan y rebosan, y se crean dentro de sí, espacios insaciables. Entre su deseo y el cumplimiento del mismo el tiempo se fuga, busca y busca una satisfacción que no llega por más que sus deseos se cumplan, siempre se quiere algo más para llenar ese vacío no sabe de qué. Con este sentido argumentativo, abre varios asuntos que exploran la agitación humana de estos días. 

Primeramente, reflexiona sobre ese narcisismo que nos va invadiendo, más a los jóvenes que a los mayores, y que no es otra cosa que la tendencia a concentrarnos en nosotros mismos, a pensar y creer que nuestra felicidad se encuentra en auto amarnos; ya no se trata de salir de nosotros mismos hacia los otros y lo otro, no, se trata de un encierro personal, trayendo para sí, todo aquello que nos afiance en una identidad “yoista” y desde este lugar sentir la seguridad de un mundo acotado por los límites subjetivos que cada uno se logra edificar.

De tal modo, se da lugar a una sociedad con una variedad insólita de subjetividades, donde cualquier política que pretenda ordenar, gobernar tal aglomeración de grupúsculos, se encuentra en serios problemas para lograr consensos que ayuden resolver problemáticas que a todos nos incumben.  

Parece que estamos entrando en una experiencia de gobierno de muchedumbres, de personas encerradas en sí mismas, personas que sueñan con diferenciarse, con ser libres, pero paradójicamente cada vez se parecen más, y luchan más por separarse, ya que se vive en un mundo globalizado que difunde los mismos estímulos por todas partes. Por tanto, viven una idea de libertad falsa. La cultura global se homogeniza, y cada vez más, vamos vistiendo, comiendo, siendo los mismos en cualquier parte del mundo.

Otro asunto, tiene que ver con esta impaciencia de vivir experiencias que llenen un vacío existencial, y como el futuro está tan cerca y todo se pone en crisis, las explicaciones más irracionales pretenden salvar el mundo, y emergen mensajes simplistas, teorías conspiracionistas para dar respuestas a las intolerancias, la frustraciones y tendencia al “dolor” de esta generación. Es decir, se practica un hedonismo donde sufrir tiene su valor, si se sufre la incomprensión, sí se existe, se tiene un valor y hay que luchar por ser reconocidos. También surgen los “especializados tontos”, es decir, personas que dominan asuntos, pero sólo en el lado que les ayuda a hundirse más en sí mismos, sólo acceden a las versiones que le llevan a profundizar en asuntos que afirman sus convicciones, asuntos que se basan en intuiciones alejadas de un razonamiento argumentativo, así encontramos a expertos en conspiraciones, expertos en cualquier cosa y donde encuentran siempre a muchos que necesitan afirmarse en esas ideas, encerrándose en grupos afines a las mismas  ideas, pero a la larga ese conocimiento encierra más sinsabores que alegrías, por efecto de la misma realidad que se va mostrando compleja e ingobernable ante esa pobreza de ideas.

El "homo agitatus", si bien se encuentra reproduciéndose a pasos agigantados, no augura un futuro prometedor para el desarrollo social de acuerdo a nuestro autor.  Y si nos asomamos a nuestro alrededor, nos vemos rodeados de esa juventud mencionada, personas a las que todo les duele, no les gusta vivir negativas que las frustran, por tanto, sólo buscan argumentos que defiendan su individualidad, no están dispuestos a moverse de ese estado hedonista, de esa subjetividad frágil que los victimiza y les hace exigir sin dar. “Todo lo quieren y ya”

Las preocupaciones del autor, son de nosotros, estos adultos que hemos educado a dicha generación en medio de la explosión tecnológica, que igual nos asaltó y nos toca tanto como a él pensarnos, pensándoles para reconocer los caminos de la historia que vamos pisando y avisados, buscar otros senderos, construir otros sentidos formativos de las generaciones venideras, porque el “yoismo” sin la otredad, no nos humaniza con toda la riqueza de que somos capaces.

Se trata de un libro de fácil lectura, bueno, depende, el autor es rico en citas, pero para nuestra buena suerte, las presenta como ideas, juega con ellas, de tal modo que nos adentra por la lectura; es una incluyente y creo que esto está el mérito de este joven filósofo, escribe implicándonos en las complejidades de la teoría filosófica.


domingo, 5 de noviembre de 2023

Una filosofía sobre la vulnerabilidad humana.

 


Miquel Seguró. Vulnerabilidad. Herder Editorial, 2021. Edición Electrónica.

 Nacemos un día sin saber de dónde venimos, y llega otro día en que nos vamos sin tener la menor idea de a dónde… Todos sabemos que la vida es ese espacio que sucede entre el nacimiento y la muerte, pero poco reflexionamos sobre cómo en este lapso de tiempo, todo nos trasciende, vivimos circunstancias de toda índole, buenas y no tanto que afectan y modifican continuamente nuestra biografía. Aunque no hablemos de ellos, nos sabemos seres con una vida finita, e igual, siempre cambiando por estar interrelacionados con un mundo que nos recibe hecho, que se sigue curso y no nosotros con él, y ahí, nos afecta y lo afectamos. Somos de facto, vulnerables, pero no lo hacemos palabra, no logramos una reflexión organizada de esta condición.  

Nos dice nuestro autor, que vulnerabilidad, por lo general se le entiende como sufrimiento, padecimiento, pérdida, daños. Pero, si colocamos a la vulnerabilidad como una condición humana, dejaremos entrar ideas sobre esas situaciones que nos afectan, que nos cambian, que son para bien, como el amor, la pasión por algo, y no solamente las que nos aportan daños.  Nuestra condición humana de vulnerabilidad nos coloca como seres abiertos, no terminados, que escribimos y reescribimos nuestras vidas a cada momento, registramos en nuestro ser todo aquello de lo que somos testigos, y protagonistas a la vez. 

El autor utiliza la imagen de un círculo irregular e imperfecto para hablar de la vulnerabilidad, un círculo que nunca acaba de cerrarse sobre sí mismo y por ello, nunca podemos llegar a la perfección, la certeza, el resguardo ansiado, sino que la vida transcurre precaria, rodeado de incertidumbre.  Y se vale de la biografía de René Descartes, el filósofo que tuvo una ferviente ansia por la verdad, una verdad que le diera seguridad en medio de su existencia precaria.

Descartes construye una filosofía para enfrentar la incertidumbre, busca datos claros, firmes, infranqueables refugiado en la fe de su razón, y con su “cogito ergo sum”, atesora la certeza en su en su yo, y lograr su anhelada seguridad existencial.  Sin embargo, este libro no trata de Descartes, sino piensa el problema de la vulnerabilidad desde su biografía.

Por ejemplo, la duda de Descartes, le permite pensar la importancia de las preguntas, en especial las existenciales.  Descartes plante que, si piensa rigurosamente, él existe: que al pensar con rigurosidad y utilizando el lenguaje sin equívocos, como el matemático, se llegaba a la verdad. Sin embargo, ¿por qué se pensó? ¿Qué provocó la pregunta? Lo que genera las preguntas, es algo fuera de uno mismo, es algo en la realidad, está afuera del yo, por tanto, se abre un espacio saturado de misterios, se crea la duda en cómo, ese algo es pensando.   

Nuestro autor, coloca a Descartes como este ser humano vulnerable, ansioso de encontrar en lugar de certidumbre, huir de lo inestable, de la falta de control del mundo que habita; de lograr un pensamiento lleno de certezas lo cual no es posible dado que está el afuera, están lo otros, y esto nos hace ser relacionales, recíprocos, estamos en este mundo complicado e implicados de múltiples formas y estas afectaciones mutuas hacen imposible el sueño de Descartes.

Los seres humanos siempre estamos frente a experiencias que nos ponen en nuestros límites, para este análisis de ayuda de Jasper.  Estas experiencias nos informan constantemente que estamos expuesto al devenir desconocido de la realidad donde sucede cosas que nos fragilizan y colocan en situación precaria, de desventaja (al enamorarse sucede también); la existencia es como un éxodo constante, siempre estamos cambiando y en este suceder de la vida nos pasa de todo, y con todos con quienes estamos implicados, nos afectan, y afectamos.

Nuestro se vulnerable, en esta circularidad inconclusa e imperfecta, se pregunta quién es y por su mundo, son preguntas esenciales, (que es el mundo y que soy yo) y existenciales (porque hay mundo y porque existo) que dan lugar a reflexiones que llevan de una cosa a la otra, sin agotarse, ese círculo no se cierra. Es en el terreno existencial donde más se manifiesta la condición vulnerable, las preguntas quedan sin resolverse e invade la zozobra de la propia existencia, finita y contingente, que induce a reconocer que hoy se está y mañana quién sabe. La pregunta de la vida, siempre queda sin respuesta.

Estar con uno mismo o encontrarse con uno mismo, es una falacia porque estamos en medio de relatos, de fábulas de mundo como diría Descartes, y encarnamos esas imágenes de los mundos que conocemos, y nos creamos una identidad, un modo de ser dependiendo de dónde estemos. Se trata de un enmascaramiento y desenmascaramiento continuo de puertas adentro, y de puertas afuera.  Creemos ser nosotros y podemos ser cualquiera. Todo se torna confuso, y no se logra una respuesta que de certeza de quién somos.

Todo este flujo de fuerzas internas, externas genera inquietud, agotamiento y ni siquiera contamos con un yo claro, preciso, dando lugar a una biografía caótica, confusa.  Y buscamos contrarrestar esta agitación, buscamos el apoyo de los otros seres como nosotros y juntos hacer más soportable la fragilidad, también se recurre a ideas absolutas que dan refugio, como Dios, una creencia, un líder, que, de garantía de seguridad, algo nos hace buscar esa verdad primigenia que da paz, tranquilidad, a la que siempre podemos retornar, desde nuestra imperfección, podemos soñar con la perfección, ese lugar absoluto, donde no hay dudas. Pero, no es la verdadera solución.

Este libro aporta muchas ideas, preguntas que permiten reflexionar sobre nuestras relaciones recíprocas entre los seres vulnerables que somos todos.  Por ejemplo, reflexiona sobre la política, de cómo se encuentra saturada de ideas que la idealizan y la alejan de la necesidad de ser una política preocupada por evitar el malestar entre los seres humanos, es decir, centrarse en los asuntos que impidan que seres vulnerables, dañen con sus acciones a seres más vulnerables, evitar que la condición humana vulnerable, se ve todavía más precarizada por los mismos seres humanos.

Asumir la condición humana de vulnerabilidad, de seres abiertos en el permanente reto de construirse un destino, nos coloca en una reflexión ética y moral urgente, aceptar que se vive en una realidad que se impone y necesitamos conocer con los recursos de que disponemos, teniendo claro, que es un conocimiento temporal, y que como esté, habrá otras versiones.

Asumir la condición de vulnerabilidad, implica reconocer que afectamos y nos afectan, situarse en el punto crítico cotidiano de interrogarse, interrogarnos sobre cómo estamos llevando nuestras vidas, hacernos cargo en lo que se permita, dudar de lo que hacemos y con esa duda, salir al mundo, atentos de vulnerar a otros vulnerables como nosotros.

Es un libro, que, si bien se lee con cierta facilidad, diré que una leída no es suficiente para dar cuenta de su riqueza. Definitivamente es un libro que requiere varias visitas, tomar notas dependiendo el interés de ese momento. Son muchos los conceptos de los que se vale este joven filósofo para aportar una “Filosofía de la vulnerabilidad”.

Un libro muy recomendable para estos tiempos de tanto dolor humano, epidemias, muertes por sucesos naturales, por la violencia social y lo peor, por la insensatez humana que se refleja en las guerras que marcan nuestros tiempos, donde vemos, lo que dice nuestro autor, seres vulnerables, haciendo más vulnerable la vida de muchos otros seres humanos. 

Verdaderamente si necesitamos esta reflexión, hacer filosofía de la vulnerabilidad humana.  Pues a seguir informándonos y estar más atentos para no hacer daño los seres vulnerables cercanos a nuestra vulnerabilidad.