domingo, 23 de noviembre de 2014

Hoy me atrevo a reflexionar sobre la infidelidad como des-filia....


Esta canción me vuelve a una situación personal, de la que poco hablo, que poco hago lenguaje, pero que está ahí, siempre presente, llena de preguntas... la melodía que aquí comparto, me lleva a pensar que el amor es una "filia", es decir, una predisposición amorosa hacia otra persona, es natural y ese otro es una prioridad en nuestros afectos, nada se cruza en ella, es fuerte, profunda, no se piensa, solo se existe llena de gozos, de situaciones conflictiva que se busca resolver, ahí, todo se salva, todo es una promesa... Cuando una piensa en el amor filial a los hijos lo entiende mejor, pero igual, sucede en el amor filial entre las parejas, aunque ésta es más endeble, la sostiene un hilo en medio de mucho “filos” que si no se cuidan, la rompen.
Siempre que escucho esta melodía, me lleva a pensar en el difícil problema de alimentar un compromiso filial de amor con otra persona, lo que llamamos fidelidad, siempre en riesgo, pues de repente, uno de los implicados en la relación puede encontrarse con otra persona, quien igual, guiada por lo que “siente”, no reflexiona sobre el respeto, no piensa en ese cuidado que merece la “relación hecha” entre dos personas, y ambas, de manera "pasional irreflexiva", se adentran por una complicidad lastimosa, donde nadie sale bien librado; ese estado emocional que comparten  lleva a los otros implicados a un segundo plano, y ellos, al sufrir un desplazamiento, sufren pues se saben poco o nada importantes para ese ser amado, se saben desechables...y se rompe la filia amorosa en medio de una hecatombe existencial. 
Este rompimiento de lo filial, se puede dar de otras maneras, puede suceder lo mismo cuando el otro amado,  a quien le confiaste un afecto, y de quien esperabas lo mismo, no lo hace, se desconecta de ti, y no sabes cuándo y  cómo, sólo sientes que ya no eres su prioridad, sabes que ha dejado de pensar en ti, que ya no quiere permanecer a tu lado,  y se vuelve  indiferente, ajeno a tu vida, pues su atención en otras cosas, y decide romper su filia contigo, se vuelve infiel de otra forma, tal vez más difícil de comprender, porque sucede en él  mismo, donde uno mismo ha sido su  rival al no estar a la altura de la filia del otro, algo pasó y no sabes que fue.
Hoy día, a la vuelta de los años, y sobreviviente de estas experiencias, creo saber más de esto, y con lo que sé, no culpo, pero llego a preguntarme ¿y si yo hubiera sido la que rompe esa filia? ¿Yo sería infiel? de alguna de esas formas descritas?  No lo sé, cuando he estado en esa situación, cuando alguna vez –cuando eran más joven-  alguien se acercó a mí,  casado, recuerdo haberlo evitado, no caí en esa tentación, pero tal vez no lo desee...no lo sé, pero me pudo haber pasado. Ahora bien, me sostengo en mis compromisos, pero también sé que sostenerse en ellos demanda mucho, y a veces, mejor desistimos, no podemos con eso y nos alejamos como opción, donde nada se puede hacer.
Y en esto, no se trata de buscar culpables y víctimas, pero sí aclararlo de alguna forma ¿Por qué se rompen las filias? La respuesta que he construido para superar estas experiencias que han dejado fuertes y profundos estragos en el ámbito íntimo, de los cuales siempre es difícil recuperarse, la sensación de sentirse como alguien incapaz de provocar una relación filial duradera con un "otro" destruye, quien sufre el abandono, puede pensar que es incapaz de activar afectos, y eso daña el espíritu, provoca una inseguridad patológica de la cual es difícil salir, y siempre existe ese dolor calladito, que cualquier letra de canción, como ésta, trae al primer plano de la conciencia.
Lo bueno de esto, es poder pensarla, leer, formarse es lo mejor, crecer para mirar distinto eso que nos aqueja.  Así que después de mucho revisar, reflexionar este asunto personal, veo a la “infidelidad” como una situación a la manera de Jasper, (situaciones límites como son la muerte, un nacimiento, el enamoramiento, etc.), son eventos que suceden de manera inevitable, asaltan, no se esperaban, de repente está ahí y no hay más que hacer, sólo vivirlas; pero al hacerlo, quienes las viven, se sitúan en un escenario con un rol inevitable, tiene que hacerse, pues son situaciones existenciales donde no tenemos recursos claros para resolverlas, nos sorprenden y nos orillan a actuar guiados más por el lado emocional, gana el sentir sobre el pensar...y ahí, medio ciegos vamos dando de tumbos, tomando decisiones en medio de sensaciones encontradas.
En todo esto, el razonamiento está ausente, entonces nos gobiernan las emociones del momento; no se no mira más que ese presente, que se torna eterno,  y de acuerdo a Maffesoli, se le convierte en un momento existencial único e irrepetible donde uno se estaciona, ahí, guía una subjetividad atrapada en el instante que se desea siempre esté ahí, y construyen justificaciones para permanecer ahí, exaltados al máximo... Un libro muy bonito de él, lo explica muy bien, "El instante Eterno" (aquí se le puede descargar: http://historiaiuna.com.ar/wp-content/material/2011_maffesoli_instante_eterno.pdf) es lo pasional con toda su fuerza, más en estos tiempos dionisíacos, posmodernos, como afirma.
Ahora, con otra mirada producto de mi propio movimiento como sujeto, puede situarme mejor en estas experiencias, para comprender algo más, y sin justificarlas, pienso en el valor de lo ético, ese respeto que se merece el “otro” que es como yo, un ser sensible, y que me exige cuidarlo, no dañarlo con mis actos desde lo cuales, sin saberlo, puedo romper filias, afectos importantes para la existencia.  
Por tanto, sostenerse en las filias hacia los otros o romperlas -pues nada es eterno-, nos exige a las personas fortalecer nuestro aspecto ético, que tiene que ver con reflexionar ese instante que se quiere eternizar, y para reflexionar “eso” que se experimenta como el placer o sufrimiento eterno, necesita formar más nuestra capacidad de pensar, pues permite colocar en su justo lugar de la conciencia eso que nos aqueja para verlo como un fenómeno no único, sino como un evento entre muchos de la vida, así, se ayudará valorar, a tomar decisiones más conscientes y responsables.
Cómo educadora, como formadora de otros, –ahora de chicos y de grandes como me dijo una alumna de maestría-, me he preocupado por estimular la capacidad de pensar, ya que mucho se puede hacer para que el ser-hacer del humano trabaje mejor sus filias, es decir, sea capaz de “gobernar” su lado pasional, sin destruirlo como afirma Victoria Camps, pues se podrá mirar su mundo interior y decidir mejor esos rumbos desordenantes que de repente se nos abren, siempre con ese cuidado amoroso hacia los otros, fortaleciendo el lazo social.
Dice al respecto Hugo Zemelman –recuperado de Unamuno-, “pensar los sentimientos, sentir lo pensamientos”... Si logramos hacer esto, tomaremos decisiones más humanas, logrando así las mejores filias hasta en las situaciones inevitables de la existencia, que siempre bordean nuestro caminar por la vida, como es el caso de la infidelidad, ese suceso que asalta de repente la existencia, ya que después de ella, nada es igual.  
Es prioritario fortalecer nuestro pensar-sentir, para que esos sucesos inevitables de la  vida que a diario nos asaltan, sean recibidos con una actitud más pertinente, y salir de ellos, lo menos lastimados.

jueves, 13 de noviembre de 2014

Hermoso poema cantado... ¡Qué bello poder pedagógico de la poesía!







Linda la metáfora del poeta y linda la interpretación cantada y lindo quien canta este bello poema, uno de mis cantantes intérpretes  y compositor favoritos, todo un ejemplo de vida...
Recuerdo que mi hijo una vez comentó, ya hace un tiempo ¿qué andas escuchando mamá? bueno, me alegré de que escuchara el poema cantado, la música no le fue indiferente; entonces le  aclaré que se trataba de un bello poema de Benedetti, y eso fue bueno, ya sabe la calidad de letras este cantante tan escuchado por mí, hasta fuimos a ver su reciente concierto (nunca me dijo si le gustó o no, pero fue)....

Y me quedo pensando... Es una gran tarea lograr que nuestros jóvenes, nuestro niños, aprendan a escuchar estas bellas metáforas de los poetas en estos tiempos tan materialistas, mercantilizados; evitar que las vean como algo cursi y se nieguen a sentirlas, pues es de suyo importante, ya que como comenta Bachelard, las metáforas son imágenes que solo se pueden sentir y dejar que inunden de algo nuestro espíritu, sin explicación, pues si las explicamos se pierden entre las palabras, las desarmamos, pues la sensación es personal, solo cada uno sabe que siente ante cada metáfora poética, esa bellas frases sólo son para escucharse y llenarse de emoción, de recuerdos, de impulsos, de "algo" que fortalece el espíritu humano, por eso hay que leer buena poesía para crecer imágenes y tener entonces más recursos para estar en este "duro deseo de durar", como lo plantea otro otro gran poeta Paul Éluard (Le dur désir de durer), otra bella metáfora, que igual, nadie puede explicar, solo se puede sentir...

Insisto, este es el bello poder pedagógico de la poesía...


martes, 14 de octubre de 2014

"Cuando la poesía abre la puerta es como cambiarse de mundo" Mario Benedetti

El corazón empieza bajo la tierra de Roberto Juarroz. 

El corazón empieza bajo tierra,
pero acaba en tus labios y en los míos.
La muerte entonces duda en las cornisas
y una convalecencia de ojos largos
desprende las arrugas del temblor.

No hay que negar que eso nos salva,
pero entre tantas cosas tan perdidas
no es posible aceptar la salvación.

Y las manos, sin darse cuenta aprenden
el gesto incorregible
de volver a enterrar el corazón.


¡Qué desesperanza connota este bello poema… ¡  Dice Benedetti que un poema es como una  puerta que se abre  colocando (no dice si quien lo escribe o quien lo lee)  frente al tiempo,  pone frente a la memoria y genera una  lucidez siempre marcada por la propia historia, afirma  que es como cambiarse de mundo,  esto lo dice en el poema “Cuando la poesía”, en Biografía para encontrarme (bueno, así lo interpreto…) , y aquí, Juarroz, un  poeta igualmente  importante expresa ideas profundas que hablan de nuestra tan  “fallida naturaleza humana”, siempre un poco ciega, anulada en sus potencias sensi-pensantes por estos tiempos tan errados orientados por el pragmatismo, utilitarismo, la eficiencia, el tener más que ser, lo cual nos lleva como zombies, desarmados a caminar por senderos vaciados de esperanza, que es cambiada por placeres fugaces que nunca satisfacen y enceguecidos seguimos buscando de un  modo tal, que se nos escapa la utopía, la fe, el amor...   
Un poema como éstos, aprieta el corazón, sacude, y siempre hace pensar algo, lleva a sentir algo, permite decidir, optar hacia algo distinto de eso que de repente tomamos conciencia y necesitamos...  Este es el valor pedagógico de la poesía, pienso, yo.
Por eso tal vez,  no hay un día que no lea alguno o algunos, no puedo iniciar mi tarea cotidiana como maestra sin algo que ayuda a recordarme a recordar mi lugar, y salir por estas puertas buscando otros mundos donde se puede soñar, imaginar algo distinto, y así volver nutrida a iniciar esta jornadas de trabajo, que agotadoras, instrumentales, cargadas de exigencias,  necesitan de este dejo de esperanza para llenarlas de vitalidad, de sentido, de vida, pues la docencia, le escuché a una mis alumnas este sábado apenas, decía, es una promesa, (idea recuperada de María Zambrano), y todo lo que hacemos es entonces una promesa que hacemos a estos otros, otros, que somos nosotros (idea de Octavio Paz en el Poema "Piedra de Sol"),  ya que si ellos nos reconocen así, vivos, plenos de sentido, amorosos, nos hacen quien necesitamos ser: sus maestros. 
Y no nos hace maestro, maestra, los títulos nobiliarios que ahora llegan a los pos-doctorados,  NO, nos hace maestro, maestra, la sensibilidad de nuestro alumno cuando nos mira y por dentro se dice así mismo: "eres tú", como en esa película de "Pide al tiempo que vuelvas", ella lo mira y le dice: "eres tú", como cuando tenemos el privilegio de llevar a un hijo en nuestra entraña o cuando nace de nuestro corazón (tengo los dos privilegios) y  una los mira y dice: "eres tú", y así vamos por la viendo viendo al otro y diciendo en nuestro interior: eres mi hija, eres mi hijo, eres mi alumno, eres mi madre, eres mi pareja, esto, cuando nosotros mismos lo provocamos en ellos, si logramos esa emoción en los "otros" al momento nos construyen, nos un lugar en su vida, y eso tiene que ver con la construcción de nuestra identidad para responder a la pregunta ¿soy quien quiero ser? recordando a Hugo Zemelman, inolvidable por la formación que me ayudó a trabajar en mi misma.
Y sin abandonar el comienzo de la idea, -que llevan por tantas puertas y ventanas-, pienso que la poesía, ayuda a saltar de este mundo tan frívolo y a la vez tan necesitado de formas de encuentro humano auténticas, cálidas, fraternas.  
Leer buena poesía pues ayuda a darnos cuenta de ello y hacer esfuerzos por ser mejor personas;  nos auxilia en este reto de continuar con el corazón en el mano a pesar de las cosas adversas que no dejan de pasarnos a diario, la existencia es pura incertidumbre, pero si es mediada por la capacidad de pensar, de sentir, de valorar,  nos ayudará a no enterrar este corazón, sino tenerlo vivo frente a nosotros, palpitante, ansioso de sentir el latir del otro... el problema es que esta decisión pasa por nuestra capacidad de voluntad, por nuestra entereza, nuestra sensibilidad, aspectos también algo desmayados que necesitan reanimarse, levantarse y así tomar esta opción, este reto sumamente importante, pero no sencillo, complejo, duro y es urgente, porque las nuevas generaciones van llegando y no nos van encontrando, se van quedando sin apoyo en la tarea de crecer, llenándose de soledad, de abandono, y así, llenos de sensaciones encontradas, caminan por cualquier rumbo haciendo nacer un futuro aun más incierto al de hoy.  
Y "fortalecer el corazón" para que no lo enterremos como dice Juarroz en su poema apesadumbrado, no sólo es tarea de los maestros, es de todos: necesitamos reencantar al otro, desde nuestro reencantamiento personal (no podía dejar a un lado a Michel Maffesoli, otro gran autor contemporáneo cuya lectura me reanima, me rescata de la rutina a veces tan cegadora, tan conformista, tan suicida diría yo...)

domingo, 5 de octubre de 2014

Hugo Zemelman Merino. Ha un año de su partida y frente a su gran legado...

El día 3 de octubre del 2013 acaeció ese suceso ineludible de todo ser humano: murió el gran maestro Hugo Zemelman Merino.  Muerte física que difiere de la muerte histórica, pues esa “sinfonía de ideas” quedan como herencia en sus diversos libros, conferencias grabadas y transcritas, vídeos que ahora nos vuelven a colocar frente su “presencia”, fuerte, palpitante, potencialmente transformadora de las subjetividades que se adentran por ese “decir sincero” crítico, irruptor del mundo hecho, que busca oportunidades para el despliegue de la razón humana en un mundo tan complejo como el nuestro.

Pienso en ese momento de su muerte, y ahora, sin el dolor del triste suceso, pienso en la merecida manera en que lo hace.  Él, un hombre de más de ochenta años, lúcido, lleno de proyectos, se va haciendo las cosas que ama: pensar y compartir sus ideas, muere trabajando, nunca postrado en una silla o en una cama como a muchos sucede por el avance de edad, donde el cuerpo se cansa y no resiste el peso de la vida que sigue sin saber cuándo concluirá. 

Nuestro maestro, se va con tanta dignidad, que a la vuelta de un año la tristeza disminuye; fortalece e invita pensar en la muerte como el final del nuestro “existir” como un momento de dignidad merecida.  Dice Rawl, este gran filósofo de la justicia, que la dignidad es algo básico de la existencia y consiste en ser capaces de ordenar nuestro mundo y seguir nuestras preferencias por las libertades; es decir, que por encima de cualquier cosa que nos seduzca en estos tiempos tan hedonistas, uno decida por ser sí mismo, y que ese “hacer” de nuestra vida no sea una decisión reprobable, sino aceptada y valorada por los demás, y eso, es algo que logró no sin poco esfuerzo, y que hacía al momento del suceso: compartía su visión del mundo y sus problemas con los otros, para los otros, modo en que fue dejando una gran obra.  Ahora estamos frente ella, y quienes la conocemos en alguna dimensión, tenemos el reto de difundirla, compartirla, darle vida a través de nuestra vida no solo académica, sino como existencia en todos los ámbitos posibles de la misma. 

El legado de su obra es vasto y nada sencillo, como una vez leí en un texto de Umberto Eco, hay cosas que no se pueden decir de manera simple, rápida y eficiente;  no, hay ideas que necesitan decirse con toda la complejidad que merecen, porque así se necesita, de otro modo, se incumple su finalidad.  Los planteamientos de Hugo Zemelman Merino son abstractos, exigentes, reclaman ser llenados de realidad; son ideas dignas y lúcidas de un hombre que llevaba el mundo en la cabeza, y quien al usarlas cobraban fuerza para invitarnos a pensar, a “mover a la cabeza”, reconociendo opciones, sentidos que reanimaban esta ansia de libertad en nosotros, sus atentos escuchantes-lectores.

Ante las ideas de Hugo Zemelman inevitablemente se vive esta frase de Unamuno: Pensar los sentimientos, sentir los pensamientos, pues se ejercita un pensamiento que dignifica nuestra existencia, nunca siendo un remedo de una racionalidad atrapada en fines pragmáticos que desconocen las múltiples consecuencias de su ejercicio y acciones derivadas, por el contrario, se promueve una racionalidad crítica, donde crítica consiste en reconocer el nacimiento de realidad, pues de trata de pensar para colocarse, para estar atentos a lo que sucede, reconocer coyunturas y hacerse cargo de lo que esté nuestras manos... ¿complejo? Si... pero necesario.

El legado es maravillosamente vivo, un legado que no se aprende cognitivamente, sino que exige ser “encarnado”, vivirse y contagiado.  Adentrarse por este pensamiento fortalece el espíritu, se estimula el reto de asumirse como sujeto consciente de sus límites y dispuesto a superarlos por auto-despliegue propio. ¿Cómo compartirlo y darle continuidad? Una pregunta que demanda una gran responsabilidad intelectual, que solo nacerá del deseo genuino de hacerlo, y este deseo se alimenta de la riqueza de la obra.  

Sin ser pesimista el respecto, me quedo esperanzada confiando en que todos y cada uno de los que sabemos algo de nuestro gran maestro, haremos lo que nos corresponde dado el lugar en que nos situamos...

“Atreverse a usar la cabeza, sin apegos ritualistas a ningún canon de certidumbre, es el ejercicio mismo de la responsabilidad intelectual: caminar de ese modo por el ágora imaginario del espíritu, después de subir por la vía sacra hasta la alta plazuela iluminada donde poder encontrarse con todos los retos que han quedado dormidos y dejados a los lados del camino.  Ejercicio de la responsabilidad intelectual cuando se la entiende ubicada en el ámbito de un conocimiento comprometido con el forjamiento de más conciencia, para actuar frente a la realidad que nos circunda y se cierne sobre nosotros.”

                                                                                                                        Hugo Zemelman Merino

domingo, 14 de septiembre de 2014

VOY A APAGAR LA LUZ, Autor: Armando Manzanero, canta Tania Libertad

Voy a apagar la luz para pensar en ti 
y así, dejar volar a mi imaginación. 
Ahí donde todo lo puedo donde no hay imposibles
que importa vivir de ilusiones si así soy feliz.

Como te abrazaré cuanto te besaré
mis mas ardientes anhelos en ti realizare 
Te morderé los labios me llenaré de ti 
y por eso voy a apagar la luz para pensar en ti. 

jueves, 14 de agosto de 2014

Para pensar... ¿Realmente no pedimos al otro amado que sea como nosotros?

"Yo no te pido"
      MARIO BENEDETTI

Yo no te pido que me bajes
una estrella azul
sólo te pido que mi espacio
llenes con tu luz.

Yo no te pido que me firmes
diez papeles grises para amar
sólo te pido que tú quieras
las palomas que suelo mirar.

De lo pasado no lo voy a negar
el futuro algún día llegará
y del presente
qué le importa a la gente
si es que siempre van a hablar.

Sigue llenando este minuto
de razones para respirar
no me complazcas no te niegues
no hables por hablar.

Yo no te pido que me bajes
una estrella azul
sólo te pido que mi espacio
llenes con tu luz.

Este poema nos sitúa en esta relación con otro, donde se espera aceptarle desde lo que pueda aportar, de su vitalidad, su luz, el cobijo de su presencia... pero soy un tanto incrédula de tal desinterés, la tendencia humana va hacia la posesión del otro, al gobierno de su diferencia, lo cual es algo que necesitamos reflexionar y reorientar, lo que exige ser más conscientes de este problema que acompaña al ser humano, y así, sabedores del reto, preocuparnos en gobernarnos nosotros mismos, ser más sanos del cuerpo y del espíritu´ al buscar más  eso que nosotros somos, saber quién somos, qué queremos, hacia dónde vamos, hacernos cargo de nosotros mismos;  pienso entonces, que preocupados en ser nosotros, sabremos apreciar al otro, en la misma tarea, y admirarnos de cómo lo hace, abrevar de la luz que irradia al buscar igual que nosotros en ser sí mismo, y así,  aprender y crecer de lo que deja a su paso... 
Soy maestra y pienso esto ahora que vuelvo a la escuela, y estaré frente a los niños... ¿podré ser así? Cuando menos lo estoy revisando...





jueves, 24 de julio de 2014

Cuando me ves así. Poema de José Pedroni




CUANDO ME VES ASÍ

José Pedroni

Cuando me ves así,
con estos ojos
que no quieren mirarte,
es que al oírte hablar pienso en la lluvia
sin dejar de escucharte.
Porque tu voz, amiga, como el agua
rumorea el amor,
y pensando en la lluvia 
me parece mejor que te escucho mejor.
Cuando me ves así, con estos ojos
que te miran sin verte
es que a través de ti miro a mi sueño,
sin dejar de quererte.
Porque en tu suave transparencia 
tengo un milagroso tul,
con el cual, para dicha de mis ojos,
todo lo veo azul.

Bello poema, la emoción y sentido del valor del otro aquí es trascendental. Dice Bachelard que un buen poema es un manojo de imágenes, de ideas-desbordándose, siempre llenándose de existencia, de vida, siempre en construcción. Por ello, cuando nos encontramos con buen poema, con “ese” que nos gusta leer y reeler, lo hacemos porque tiene que ver con nosotros, con algo íntimo y especial, y al leerlo revisitamos recuerdos, ideas, sentimientos,  todo eso que tiene que ver con lo que somos, lo que fuimos, lo que soñamos aún ser... Un buen poema nos hace pensar en nuestro contacto con los seres más cercanos, pero también en quienes no lo son tanto, pero que tiene que ver con la persona social que somos en el mundo compartido.Así que, como dice este poema, cuando estemos ensimismados, con la mirada en sin ningún lugar, es que estamos soñando en esas promesas que la cercanía del otro nos arranca, nos despierta, y nos motiva a mejorar.  Un poema es poderoso, sin duda…

lunes, 16 de junio de 2014

"Si yo encontrara un alma como la mía..."



Asunción de ti (3)
Mario Benedetti

Puedes querer el alba
cuando ames.
Puedes
venir a reclamarte como eres.
He conservado intacto tu paisaje.
Lo dejaré en tus manos
cuando éstas lleguen, como siempre,
anunciándote.
Puedes
venir a reclamarte como eras.
Aunque ya no seas tú.
Aunque mi voz te espere
sola en su azar
quemando
y tu sueño sea eso y mucho más.
Puedes amar el alba
cuando quieras.
Mi soledad ha aprendido a ostentarte.
Esta noche, otra noche
tú estarás
y volverá a gemir el tiempo giratorio
y los labios dirán
esta paz ahora, esta paz ahora.
Ahora puede venir a reclamarte,
penetrar en tus sábanas de alegre angustia,
reconocer tu tibio corazón sin excusas,
los cuadros persuadidos,
saberte aquí.
Habrá para vivir cualquier huida
y el momento de la espuma y el sol
que aquí permanecieron.
Habrá para aprender otra piedad
y el momento del sueño y el amor
que aquí permanecieron.
Esta noche, otra noche
tú estarás,
tibia estarás al alcance de mis ojos,
lejos ya de la ausencia que no nos pertenece.
He conservado intacto tu paisaje
pero no sé hasta dónde esté intacto sin ti,
sin que tú le prometas horizontes de niebla,
sin que tú le reclames su ventana de arena.
Puedes querer el alba cuando ames.
Debes venir a reclamarte como eras.
Aunque ya no seas tú,
aunque contigo traigas
dolor y otros milagros.
Aunque seas otro rostro
de tu cielo hasta mí.

lunes, 5 de mayo de 2014

Baruch Spinoza y el amor... en "Amo, luego existo" de Manuel Cruz.

Continuando con las ideas sobre “Amo, luego existo”, toca el turno a Baruch Spinoza hablar sobre el amor y encuentro algunas ideas muy interesantes. 

Trabaja esta emoción como una alegría que hace florecer en nosotros las más excelsas actitudes, sentidos, solo crecer, aunque igual, no niega la contraparte, puede suceder lo contrario, puede, confundido el ser, en amor que llama “bobo”, no conocer qué le sucede y ser llevado a una pérdida de sí, aunque no puede explicar porque sucede esto, lo deja como lo misterioso del amor.  Aquí algunas ideas sobre esa alegría de amar...

“El amor es la conciencia de una transición significativa en la dirección de un mayor crecimiento personal y la alegría del amante, se realiza en una percepción mayor a la que experimentaba antes de sentir esa alegría. Aunque también podría plantearse lo mismo en el plano del lenguaje cotidiano y constatar que se expresan con bastante propiedad quienes declaran cosas tales como que el amor hace que saque lo mejor de sí o sí que el haber conocido (y haberse enamorado) de x les ha transformado el sentido positivo.

“En consecuencia, en cuanto alegría el amor es paso a transformación de nuestra potencia en una potencia aún mayor de existir, de actuar....esa búsqueda de mejora, en un horizonte de perfección, lejos de constituir  el resultado de una decisión libremente tomada, forma parte de la propia naturaleza humana.”

“… El amor es una cuestión de supervivencia para el individuo. Lo que aparece como contento o júbilo se basa en realidad en una carencia fundamental inscrita en lo más íntimo del corazón humano: para no amar,... haría falta no conocer, pero no conocer equivale a no ser. Bien pudiéramos decir entonces que el amado provoca en el amante la alegría del amor, pero no la crea.”

“Es imposible amar intensamente a una persona manteniendo al mismo tiempo la convicción de que su lugar podría ser ocupado por cualquier otra. Se diría que la lógica del funcionamiento interno del amor exige considerar al amado como único e irrepetible. El necesario conocimiento del mismo sólo puede seguir, por tanto, la dirección de afirmar su especificidad.”

“La necesidad de que el objeto de amor sea independiente del amante (puesto en caso contrario no habría genuino florecimiento del yo) constituye, en cierto sentido, el sensor de la emoción amorosa que es recibida por éste, de manera tanto más intenso cuanto más siente depender de la persona hasta el extremo de que ni la felicidad misma resulta capaz de concebir sin ella. Pero la conciencia de tal dependencia, .... es fuente de odio porque es conciencia del poder que posee la mano para disminuir el bienestar del amante no poder poseer por completo al objeto amado genera el dolor de la angustia y de la frustración (que nada casualmente termina virando en odio cuando se produce esa pérdida definitiva que es la ruptura.”

Manuel Cruz, Amo, luego existo. Los filósofos y el amor, (México: Espasa libros, 2010) 85-88.

domingo, 4 de mayo de 2014

Un poema Erótico

Siempre hace falta algo de erostimo para iniciar el día... este poema de ERNESTINA CHAMPOURCIN que aunado a las notas de la canción de Tania Libertad, se vuelve más interesante.

Voy a arraigar en ti...
Tomado de Poemas de Amor
en. http://www.poema-de-amor.com.ar/mostrar-poema.php?poema=9516

Voy a a arraigar en ti. Mis fuerzas más oscuras
remueven lentamente la tierra de tu alma.
Quisiera penetrarte y enraizar mi esencia
sobre la carne viva que nutre tu fervor.

Ahondaré en ti mismo y abrasará tu sangre
el fuego de la mía rebelde y soñadora.
Invadido por mí, derribarás la cumbre
que te aleja del cielo.

¿No sientes mis raíces? Tu tallo florecido,
ebrio de sí, eterniza mi cálida fragancia.
¡Irguiéndolo alzarás la copa de mi frente,
hasta volcar su zumo en los labios del sol!  



lunes, 28 de abril de 2014

In Memoriam 
L.A. Tennyson


Permanece cerca cuando se extinga mi luz,
y la sangre se arrastre y mis nervios se quiebren
con punzadas lacerantes. Y el corazón enfermo
y las ruedas del tiempo giren pausadamente.

Permance cerca cuando mi carne frágil
sea atormentada por dolores que rozan la verdad.
Y el tiempo lunático siga esparciendo el polvo,
Y la vida furiosa arroje llamas.

Permanece cerca cuando mi fe se marchite,
Y los hombres, las moscas del último estío
que colocan sus huevos, y piquen y canten
y tejan sus diminutas celdas y mueran.

Permanece cerca cuando desvaneciéndome,
Y puedas apuntar el final de mi lucha
en el atardecer de los días eternos,
en el bajo y oscuro abismo de la vida.

viernes, 3 de enero de 2014

RAYUELA - Capítulo 7

Julio Cortázar (nuevamente citado aquí y retomando su lectura)

"Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua."

jueves, 2 de enero de 2014

Et si le selfie à 3 d'Obama lors de l'hommage à Mandela nous montrait surtout comment on est passé du "je pense, donc je suis" à "on me voit, donc je suis"


Michel Maffesoli, es un gran pensador de nuestro tiempo, plantea el reto de estar "al ritmo de la vida", que el pensamiento responda al acontecer, lo que exige renovar nuestros conceptos, revisarlos e ir haciéndonos de nuevos  para pensar lo que está pasando, y ahí, conscientes de lo que se está gestando, continuar con la vida humana hacia sus mejores desenlaces, esos que seguramente seremos capaces de construir. 

Este artículo es interesante, piensa en un suceso que parece intrascendente, pero no lo es... Me quedé pensando en el uso que hago del FaceBook, tal vez estoy viviendo las mismas paradojas, es lo más probable, pero que bien se siente saberlo y así tomar otras decisiones al respecto.

No hice una traducción textual, es lo que entendí, como una especie de reseña.  Espero no trasgredir su sentido y si hacer una aportación para su difusión, y así, sea un autor más leído, pienso que intelectuales de este corte, son los que necesitamos para salvarnos de la banalidad de estos tiempos que por todos lados nos seduce.

Aquí está, en especial para algunos de mis alumnos, quienes en la maestría se adentraron por estas ideas, lo cual enorgullece, pues leer a Maffesoli no es algo simple.


En las exequias de Nelson Mandela, planteada como aquélla que una persona política excepcional merece, vemos un acto banal entre tres políticos importantes, Barak Obama, David Cameron et Helle Thorning Schmidt, el cual que han suscitado varias reacciones.

Unos analizan el hecho como un acto exacerbado de narcisismo, y que se corresponde con esta visión moderna “descartiana”, « si pienso, existo », y en esta lógica, cuando Narciso se mira en la fuente, al mirarse existe, él es porque se mira así mismo, es por su propia mirada hacia sí.

En cambio, para Maffesoli existe una actitud Posmoderna; dice que estos tres políticos no pueden zafarse del espíritu de nuestro tiempo, y que paradójicamente asistiendo a un acto político moderno, viven un acto posmoderno, practican el « selfie » esto de auto fotografiarse y mostrarse a todos, y con ello, lo que hacen es auto-rebajar su rango antes excepcional, a meros bufones o cuando menos a iconos a los que se puede adorar o vilipendiar en las redes sociales.  Es decir, al hacer esto, rompen con aquella imagen sacramental, intocable de representar a todos en un proyecto, de construir confianza social; no, al exponerse ante todos, ahora son como todos los demás, expuestos a todo.

Maffesoli afirma que esto surge por la necesidad de ser mirados ya que la mirada de los otros, es lo que en estos tiempos nos hace sentir que existimos, que ya no es la mirada de mí mismo la que me hacer sentir que soy, sino que la mirada de los otros nos da presencia, identidad, por eso debo exhibirme, mostrarme en todo lo que pueda, para que los otros me vean y me  hagan saber que estoy, que soy, pues eso es lo que idea de existencia. Una postura posmoderna por supuesto.

Por tanto, Maffesoli concluye que llorando ante un hombre que representa el proyecto de liberación de un pueblo de casi un siglo, los tres políticos  juegan, se divierten con un acto banal al practicar el « selfie »  se recrean tal vez para salvarse del aburrimiento, se juegan la existencia en la emoción de vivir “el instante de ser vistos por los otros” se sentirse en Internet, de gozar el instante de sentirse mirados, de saber que existen, aunque sea un instante que encuentra sentido y fin en sí mismo, que se goza como “instante eterno” pero que trae como efecto colateral el sacrificio de desgastar su figura al ser uno  de tantos en la red al necesitar existir por la mirada de los otros, pues se es incapaz de ser por sí mimo.