sábado, 30 de diciembre de 2023

Nadie nace en un cuerpo equivocado.

 

 José Errasti, Marino Pérez Álvarez. Nadie nace en un cuerpo equivocado. Éxito y miseria de la identidad de género. Deusto, 2022. Edición de Electrónica.

 Hace días leí, “Un daño irreversible”, libro que aborda la disforia de género, es decir, sentirse de un sexo que no corresponde al sexo reconocido al nacer. El enfoque de libro, es de tipo documental, periodístico, con entrevistas, datos y da cuenta de un fenómeno social que crece a pasos agigantados y abren nuevos problemas por conocer y atender con medidas pertinentes.

Este libro, “Nadie nace en un cuerpo equivocado” sigue en esta discusión, pero con otro abordaje, ya no es la reportera interesada en un fenómeno social, sino dos catedráticos con formación psico-filosófica, quienes al desempeñarse en la universidad y convivir con jóvenes que se introducen en estas discusiones y cambios, por lo que se ven en la necesidad de abordar el fenómeno con bases de corte más científico, sociológico, filosófico, y en especial por la psicología.  Así, el libro se mueve en cuatro niveles:

En primer lugar, ponen en claro, que evolutivamente, antropológicamente, científicamente, respondemos a una sexualidad binaria.  Cómo especie, dependemos de una reproducción donde participan el sexo que aporta el esperma, y el otro que aporta el óvulo a fecundar, de esta unión, dependen los nacimientos, la evolución de nuestra especie.  Hoy sucede, que podemos ver a un “Hombre” embarazado, pero, aunque esta sea su apariencia, si puede embarazarse, es mujer; e igual, podemos ver a una mujer trans, es decir, un hombre que desea verse como mujer, que no puede embarazarse, porque es hombre.  Desde esta discusión, los autores ponen en claro que eso de declararse “No binarios”, no tiene que ver con el sexo designado al nacer, ser hombre, ser mujer, está prescrito como garantía de la supervivencia de nuestra especie.  Además, finalmente, si se pretende un cambio, quien es mujer y de pronto se siente hombre, o si se es hombre y se busca ser mujer, solo es un cambio de sexo.  El binarismo sexual, persiste.

Un segundo elemento, es esta idea de “Nacer en un cuerpo equivocado”, para ello, aluden a estudios, en este caso cerebrales, no se encuentra nada que diga, que existe un cerebro femenino y otro masculino, no existe cerebro rosa, o azules acordes a los cuerpos sexuados; se nace mujer, se nace hombre, lo cual se establece por la percepción de los genitales al nacer, y el cerebro nada tiene que ver.  Por tanto, la disforia de género no encuentra una razón científica, la pudiera existir de otras formas, y por ello, se necesita tiempo para investigar, para reconocer cuáles son los malestares que llevan a plantear esa disconformidad entre el cuerpo y lo que se siente.

Otro elemento de discusión, es la tendencia afirmativa de la psicología, la medicina, la industria farmacéutica.  Cuando de pronto, una persona dice sentirse de sexo contrario al designado al nacer y registrado oficialmente, se va dando un facilitismo para brindar apoyo a las tendencias de conversión; esto sucede por diferentes medios, la escuela, las redes que lo estimulan, generando presión en los padres, a quienes los hijos amenazan con suicidarse si no ceden, y ellos prefieren a un hijo “trans” que a un hijo muerto.  Un día un niño, un joven amanece diciendo que se “siente” es decir, se trata de una nueva “identidad sentida”, y dice que está en un cuerpo equivocado. Y surge una medicina, una psicología afirmativa que, sin más, sugiere la transformación, sin espera, sin una atención que revise los malestares propios del crecimiento corporal u otros problemas de corte de estabilidad mental, se suministran programas hormonales, cirugías de extirpación de senos o de transformación genital.  Hacer tales intervenciones, sin un tiempo de espera, de diagnósticos con los tiempos necesarios, pensar mejor lo que conviene en esa disforia, puede generar cambios irreversibles, que después, ante un arrepentimiento, genere otros problemas ante los cuales no estamos preparados para enfrentar.

Un cuarto elemento, que parece ser el más persuasivo y peligroso es el ideológico, demagógico.  Se trata del activismo “trans”, un movimiento que recorre las redes, se difunde y propicia que niños, jóvenes, se vean invadidos por esta tendencia y de pronto, ante cualquier problema, duda, inestabilidad, encuentren transformándose de un sexo a otro, declarándose que tienen un cuerpo equivocado, todo se resolverá, que al fin se han encontrado. La niñez, la juventud, está saturada de redes, donde “influencers” hablan de sus transformaciones y cómo han resuelto sus problemas, y a partir de ahí, se ven envueltos en ideas que les permite avanzar y agruparse, lograr reconocimientos.  Entrar en estos grupos propicia identificaciones, agrupaciones que reclaman derechos, libertad lograr sus fines como modificar sus cuerpos, cambiarse de nombre, sus documentos, y vencer cualquier resistencia.  A quien ponga en duda esta necesidad de sentida de identidad, se le acusa de transfóbico, que es algo que hunde a las personas en las redes, y por temor a ser vetado, guardan silencio. Poco a poco este movimiento de autodefensa trans, ha ido generando neologismos, cambios en los pronombres, imposición de denominaciones, y quienes sienten la necesidad de reflexionar la imposición, son vistos como enemigos, se aplica sin censura, una fuerte censura amenazante, agresiva y poco a poco se impone una ideología donde se confunde sexo con género.  Las personas que entran en estas tendencias de sentirse trans, son minorías que van creciendo en diversos grupos, denominados de diversas formas, y cualquier crítica es enfrentada con argumentos transfóbicos, con discusiones cortantes y agresivas para ahondar ni encontrar argumentos que los pongan en crisis.

El libro es reciente, y revela un problema que, en otros países va en aumento exponencial.  En México, no he encontrado nada al respecto, tal vez no he buscado correctamente, pero si aun no estamos en esos niveles de avance del transformismo sexual de nuestras infancia y juventudes, seguramente ya está surgiendo, y estamos silenciadas ante el temor de ser personas que gritan en desierto ante la amenaza de ser señalados como personas con fobia al transexualismo.

Los maestros no podemos mantenernos ajenos a los nuevos problemas que van emergiendo, ya sabemos de la defensa de hombres a usar falda, de las niñas a vestirse como hombres, ¿Qué tanto esa tendencia disque no binaria ya está entrando en nuestra población? O tenemos tantos problemas con la violencia, con la carestía, con la salud, que esto aún no se nota… es posible, pero tenemos que estar atentos, no sabemos qué problemas están ahí, creciendo.

Es un libro recomendable para todos, y todos podemos leerlo pese a que tiene partes complejas, que pueden saltarse, y luego volver a ellas.  Su lectura en verdad, es urgente.

martes, 12 de diciembre de 2023






Marian Rojas Estapé. Encuentra tu persona vitamina. Espasa, 2021. Pág. 312, Edición Electrónica.

Confieso que pocas veces leo Best Seller, y por lo que ví en su número de ventas, este libro lo es. Lo compré porque mi hijo me lo pidió e igual, lo regalé a mi hija y mi amiga creo, ya no recuerdo, de esto hace tiempo.  Lo compré para revisarlo, y hasta hoy pude hacerlo.  Y Sí, confirmado, es un best seller, pues se lee muy rápido, no tiene una trama teórica compleja, la autora con ejemplos y algunas citas va detallando este asunto de sentirnos bien segregando oxitocina, la hormona del bienestar.

Pienso que es un libro recomendable para todos, aporta información sobre el por qué muchas veces no logramos sentirnos bien, y lo adjudica al estrés, que provoca en nosotros la segregación de cortisol, una hormona que nos prepara para estar alertas, pero si siempre estamos así, tanto cortisol nos agota, nos enferma, por ello, la oxitocina, viene en nuestro auxilio para equilibrar el desorden, entonces el reto, el meollo del problema es cómo segregar oxitocina de manera natural.

En el libro va desglosando diversos apartados en los que nos explica por qué podemos estar más estresados, malhumorados, insatisfechos, y aborda los asuntos que tienen que ver nuestro desarrollo emocional desde la infancia, el problema del apego saludable. También habla de la convivencia con personas, pues siempre vivimos con otros, y como esas otras personas pueden hacernos segregar cortisol, a quienes no quieren llamar personas tóxicas, sino personas cuya personalidad es un tanto compleja que su cercanía nos afecta, y el reto es que ellas cambien, que se den cuenta del daño que pueden causar por su personalidad (esto me pareció un tanto ingenuo, pero mejor hay que leer el libro)

Bueno, la verdad, cuando leí la parte de la formación emocional infantil, todas esas cuestiones del apego, creo que me hizo generar cortisol, me pregunté ¿Qué madre fui? Esta que aquí propone o la que pude ser dada mi formación, mi madurez, mi sentido de vida y de progenie; me sentí angustiada de no haber sido la madre que mis hijos necesitaban y vino una sensación de culpa, de remordimiento, eso de sí “Y si…”, pero ya me sacudí esas emociones, me moví de lugar y ahora me digo, que como madre, uno es la persona que en su momento se necesita, no puede serse de otra forma, no puede darse lo que no se tiene, siempre se hace lo posible y se va cuidando el despliegue de eso que uno construye, en este caso, la formación de los hijos. Así que, por ese lado, ya me siento más tranquila, nunca postergué mi amor ni mis responsabilidades.

Bueno, pasado este episodio de cortisol, me encontré con esto de la persona-vitamina, y concuerdo, estar con personas que nos hacen florecer, que nos exigen, que nos ponen retos, que nos hacen sentir importantes y que les importamos definitivamente es de lo mejor, pero, eso no siempre sucede ¿por qué? Porque somos humanos, seres de carne y hueso, atolondrados por el peso de vivir en un mundo saturado de incertidumbres, y no siempre estamos en armonía con nosotros mismos para brindar a los demás ese apoyo que necesitan.

Ser una persona vitamina que ayude al otro, exige aprender a lidiar con las propias emociones, reconocerse, trabajar sus propias inequidades que solo uno conoce y a veces no tanto.  ¿Dónde encontrarse con personas vitamina? El mundo individualista, hedonista se impone y define en mucho nuestras personalidades, ser esa persona vitamina para el bien de los demás, me parece que es un desafío que tal vez vamos perdiendo.

Se trata de un libro -y me duele decirlo-, de superación personal (no me gustan este tipo de libros) y libros así proponen cosas irreales, pero en medio de todo, esta psiquiatra, aunque cae en este nivel de planteamiento, tiene un buen punto: aprender a reconocer nuestras emociones, y quedarnos con las que nos hace producir, oxitocina, y saber esto, sí ayuda…. Así que sugiero leerlo, no está de más.

 

lunes, 27 de noviembre de 2023

Abigail Shrier. Un daño irreversible. La locura transgénero que seduce a nuestras hijas.

 

Abigail Shrier. Un daño irreversible. Deusto, 2020, Conversión a Libro Electrónico por Editorial Planeta, 2021.

 

En el tiempo que nos va tocando vivir, sabemos de viejas problemáticas heredadas, y algunas se atienden, otras siguen postergadas, y en su seno crecen y desencadenan otras.  En medio de estos nuevos rumbos, lógicas y postergaciones, brincan problemáticas que nos asaltan, ya por su novedad, porque apenas pueden pensarse, y se van viviendo invisibilizadas, ajenas a las agendas políticas, pero ahí están, listas para cambiar nuestras preocupaciones.

Este libro (y otro que me esta esperando llamado “Nadie nace en un cuerpo equivocado), plantea una problemática que tiene que ver con la mujer, y no lo aborda como ese viejo asunto histórico que expresa la vieja deuda con el desarrollo de las mujeres, el trato plagado de injusticias que ha negado espacios para florecer en todo su potencial.

No, no habla de ello. Habla de una nueva amenaza para el desarrollo de las mujeres, quienes atrapadas en un sin de conflictos, menospreciadas, violentadas, afligidas por el poco aprecio de su rol, ahora desean modificar su biología y volverse hombres. 

Este libro de una tendencia peligrosa de niñas, adolescentes y adultas, quienes dicen sentir nacieron en un cuerpo equivocado, y que tiene todo el derecho de hacer ajustes necesarios para cambiarse hacia el otro sexo, pues solo tenemos dos, eres hombre o mujer, por tanto, hoy, muchas mujeres se siente hombres en un cuerpo femenino, que eso de tener senos, vagina, una estructura ósea para el parto, no les es conveniente, que se sienten mal, y necesitan urgentemente hacer algo al respecto. A esto se le llama “disforia de género”.

Hemos sabido de esta incomodidad en el sexo biológico propio, especialmente en hombres. Se sabe de casos aportados por la medicina, y se afirma que cuando menos el 0.01 por ciento de la población, desde sus primeros años vivían esta situación; sabíamos de hombres biológicos que se decían atrapados en ese cuerpo, y necesitaban moverse hacia el de una mujer. A estas personas, les llamamos hombres-trans.  Pero mujeres trans, se hablaba poco.

La situación ha cambiado en la última década.  Según este libro la “euforia de género” se ha desatada entre las mujeres, especialmente en las niñas y adolescentes, en mujeres de mediana edad, y algunas, con avanzada de edad.  Mujeres que salen del closet y dicen “me siento hombre”.

El libro tiene como contexto a los Estados Unidos, especialmente a estados que han modificados sus leyes para dar cabida a estas nuevas demandas y derechos de la ciudadanía “trans”, los grupos LGBT+, ahora, con las demandas de inclusión, apelando a derechos, estos grupos diseñan, presionan, y gestionan nuevas políticas que afectan a la educación, a la salud emocional y biológica, y generan un contexto de personas victimizadas que demandan ser escuchadas, atendidas, y quienes no lo hagan, son señalada como homofóbicas, racistas, y diversos calificativos que dañan su más sólida refutación, aunque sus argumentos sean sólidamente fundamentados.

La autora nos cuenta, cómo se va gestando una sólida y extensa red de instituciones educativas y de salud que trabajan para atender a estas mujeres aportándoles orientación, sustancias, hormonas masculinas, fajas especiales para apretar los senos, mastografía a solicitud, faloplastias, es decir, creación quirúrgica de un pene tomando grandes cantidades de piel de otras partes, mutilando una parte del cuerpo, para crear otra con dudosa funcionalidad.

El libro me ha impresionado.  Habla de las jóvenes de este tiempo, quienes viven múltiples exigencias y en medio stress, soledad, se gestan en ellas, diversas afectaciones psicológicas, inseguridades, y viven en un malestar, y en esa vulnerabilidad se encuentran con esta tendencia que se difunde por personas de las redes, quienes se hacen una transformación y la difunden por  YouTube, en diversas plataformas y cuentan cómo todos su problemas por arte magia desaparecen al sentir que eran hombres atrapados en un cuerpo de mujer, y aconsejan seguir su ejemplo de felicidad.

Narra experiencias de padres que han enfrentado tal situación, quienes, si no apoyan tales cambios, son presionados por las hijas, quienes amenazan con el suicidio, y si finalmente no acceden termina como personas tóxicas pues los grupos de trans, aconsejan apartarse de la familia, dando por argumento una falta de respeto, de amor a las necesidades que tienen.

Menciona la emergencia de una psicología, cuyos profesionales practican una “terapia afirmativa”, es decir, reciben a pacientes mujeres que se “sienten-hombres”,  jóvenes con múltiples problemas psicológicos que no se revisan, no se hacen buenos diagnósticos de la patología que las lleva a terapia, tan solo al escuchar “me siento hombre”, dicen que les creen, las afirman en su sentir, las apoyan en sus tratamientos hormonales de testosterona sin analizar los cambios y daños posibles que tal modificación a su genética pueda acarrear en el futuro.

Nos Habla de la educación, como desde estos espacios, ya se introducen estos contenidos, y reciben una afirmación a un descubrimiento espontáneo, sin historia, y bajo la lógica de la inclusión, son aceptados como nuevos miembros que salen del closet.  E igual, nos informa sobre la cadena de consecuencias de estas medidas apoyadas por terapeutas y médicos a la medida de tal exigencia sorpresiva de “me siento hombre”, relata cómo con diagnósticos inadecuados, se hacen cambios físicos y hormonales que a la larga afecta la salud de estas múltiples formas.  Al pasar el tiempo, se van viendo mujeres arrepentidas.

El libro deja un mareo, una sensación de terror, un miedo ante este nuevo problema…Y en medio de esta narrativa pensé… ¿Qué pasa con la mujer? ya no se habla de mujeres, sino de personas gestantes, personas menstruantes, personas con vagina, es decir, se evita la palabra, tan sólo son personas que pueden modificar su biología de acuerdo al sentir que se antoja. 

Veo una trasgresión a nuestra biología humana dividida en dos sexos, hombre y mujer, cada cuerpo con características y funciones específicas que garanticen nuestra presencia, pero ahora las mujeres convertidas en personas trasns, se vuelven hombres, y la gestación humana, ¿¿Qué?  ¿Es otro modo de lucha de lo masculino contra lo femenino? Bueno, el mareo es cada vez más grande… ¿Qué nueva realidad está ahí, gestándose para asaltar la educación? ¿para asaltar a la familia? ¿Para asaltar a la especie humana? No lo sé, pero me quedo muy, muy preocupada.

Dejaré pasar unos días antes de iniciar el siguiente libro “Nadie nace en un Cuerpo equivocado”, cuyo contexto es España, pues parece que, en México, la moda trans en las mujeres, se encuentra en la oscuridad, está ocurriendo en el silencio de las familias, en la soledad de quienes lo van viviendo sin saber de dónde asirse.

Hay que leer sobre este asunto, y así, cuando emerja con la fuerza con la que crece en otros países ya la viven, tengamos información y algo podamos hacer para cuidar a nuestras niñas, a nuestras jóvenes, en especial a las niñas, quienes merecen ser protegidas de las influencias, de las modas que tienen fines que no alcanzamos a mirar, puede haber farmacéuticas, el lucro de las redes, tantos fines con amenazas ocultas. Pero en especial, comprender que las mujeres, nuestro género, es decir, ese rol social que nos da, aún tiene muchas batallas que librar para cambiar las reglas del trato que se nos otorga. Comprender que esto de cambiarse de sexo es una cobardía y las mujeres necesitamos seguir siendo valientes.

 

jueves, 23 de noviembre de 2023

Dignidad. Javier Gomá Lanzón. Una gran palabra que amerita de nuestra reflexión.

 

Javier Gomá Lanzón. Dignidad. Galaxia Gutenberg. 2019. Edición Electrónica.

 

Desde que supe de este libro, el título escueto, me llamó la atención, pues como dice él, mucho hablamos de dignidad, pero sólo tenemos un sentir, de estar bien, ser dignos de algo, pero termina siendo una palabra que se siente y poco se piensa.  No la encontramos como concepto, es decir, una idea que se acote por un cuerpo de ideas que le dan textura, forma para ser pensada, y pasar del sentirse hablar de ella reflexivamente, sacarla del mundo interior, hacia lo exterior.

En la primera parte del libro, el autor hace un recorrido por ideas de varios autores, desde los griegos a más actuales, en cuyos escritos aparece esta palabra, “Dignidad” y nos hace ver, que siempre se usa como un adjetivo, como una palabra que compensa un deseo estar bien con uno mismo y con el mundo, quedando subordinada a otras palabras como libertad, por ejemplo.

En este recorrido, busca conceptualizarla, dotarla de los atributos que la acoten, y permitan decir, esto puede ser la dignidad.  En tal afán, consigue decirnos que dignidad es la palabra que designa una propiedad privativa de nosotros los seres humanos, que es inexpropiable, incanjeable, inviolable, y por poseerla, somos acreedores frente al resto de la humanidad, y que ésta, es deudora, es decir, se trata de una relación de respeto mutuo. Nosotros la aportamos y el mundo nos debe devolver el mismo trato digno.

La dignidad la piensa como necesidad de resistir a todo aquello que pretenda corromper nuestra vida, este lapso de tiempo, donde nos vemos en la exigencia de optar por aquellas opciones que nos hace portadores de experiencias excelsas, de las mejores que seamos capaces de aportar al mundo, para así, llegado el momento en que el cuerpo vivo, al convertirse en cadáver, podredumbre, ese cadáver no sea quien se lleve el recuerdo, sino la estela de vivencias aportadas hacia los otros, dice, que morir sea un escándalo, que no existir, haga falta al mundo que dejamos, que falta nuestra parte de dignidad.

En este tono, va reflexionando aspectos diversos, por ejemplo, vivir actos éticos al tomar decisiones que nos hacen ser mejores personas, y aunque la mayoría las llegue hacer, si no es algo que nos lleve a la grandeza de nuestras emociones y pensamientos, no hacerlo.  ¿Cómo se sabe esto? Cuando lo que tiene que hacerse se siente mal, puede generar repugnancia, y esto nos avisa, que éticamente, no es correcto, y no porque todos se vean implicados, nos arrastren en algo que no es digno.

Habla de la cultura, del lenguaje, de cómo se ha ido perdiendo un modo de decir oral y por escrito, lo que sucede, vamos dejando un “lenguaje elevado” que nos dignifique para terminar con expresiones pobres en ideas y emociones, lo cual nos empequeñece, nos extravía de un destino mejor. 

Menciona el valor de la amistad, como un sentimiento que sólo se da, no es imprescindible, como el amor entre personas que dan origen a la vida, o de los padres a los hijos que permiten su cuidado, no la amistad es un sentimiento que une, y lo sugiere para para vivir mejor en estas sociedades posmodernas, donde cada vez nos vamos quedando más solos.

Este libro que hace pensar en lo que estamos haciendo, y cómo vamos pasando por la vida al momento de la muerte, donde solo quedará nuestra dignidad, eso que fuimos e hicimos y que nadie nos pidió, eso que fuimos e hicimos porque lo necesitamos para crecer, para florecer pese a los mil obstáculos encontrados, superándolos, reconociendo los momentos a favor de nuestra obra, cualquiera que esta sea, la cual queda impregnada de nosotros, de nuestra más elevada dignidad.

Al final, me parece que se extravía un poco, pero cuando menos las tres cuartas partes del libro, son un remanso de ideas, que nos ayudan a ser mejores personas.

 

sábado, 11 de noviembre de 2023

Agitación. Jorge Freire. Sobre el mal de la impaciencia.

 


Jorge Freire. Agitación: Sobre el mal de la impaciencia. Editorial Páginas de Espuma, 2020, Edición Electrónica.

 

Ente libro se filosofa sobre un problema de gran actualidad, pero el estilo de filosofar, dista de otros libros, donde la filosofía, para adentrarse a su nudo problemático, recurre a conceptos un poco ajenos para nosotros, personas ajenas a ese campo.

La forma de plantear los asuntos que aquí se discuten, como dice el mismo autor, es algo barroca, es decir, se vale de una idea para entrar en otra, la agota y vuelve al comienzo, vuelve a recurrir de apoyos hasta plantear su propia idea. Concuerdo, sí es muy barroco, pero también es ameno.

Jorge Freire, ha dedicado este libro para  analizar conductas de personas que pertenecen a una generación devenida de los 90s a la fecha, especialmente a la generación denominada como “Z”, personas nacidas en un momento donde el tiempo se nos empezó a acelerar con la llegada de instrumentos que nos ponen de cara frente a los sucesos en tiempo real, medios de comunicación que nos rodean y bombardean de un sin de situaciones que estimulan de ciertos modos nuestros modos de ser, estar, pensar, hacer en este mundo.  Especialmente a los jóvenes la irrupción de las tecnologías les ha transformado su futuro, pero no quedamos exentas personas mayores, quienes, a pesar de provenir de otros dinamismos sociales, igual impactan nuestras ideas de orden, sentido, y dejan caos.

Nos sitúa frente al problema de la conformación de subjetividades en el aquí y ahora, sometidas a un presentismo dinámico, el futuro se les acerca y sienten que todo llega con el mínimo esfuerzo; es una generación que va entrando en estados hedonistas al privar en ellos, el deseo por sobre una razón que propicie un pensamiento que orden el ritmo de la conformación de su subjetividad.

Dice el autor, que estamos frente a una generación preocupada por la satisfacción de deseos mutantes que nunca cesan, todo lo quieren y ya, esto les hace vivir un estado de agitación permanente; le llama “homo agitatus”, es decir, un ser humano sobrecargado de estímulos que lo saturan y rebosan, y se crean dentro de sí, espacios insaciables. Entre su deseo y el cumplimiento del mismo el tiempo se fuga, busca y busca una satisfacción que no llega por más que sus deseos se cumplan, siempre se quiere algo más para llenar ese vacío no sabe de qué. Con este sentido argumentativo, abre varios asuntos que exploran la agitación humana de estos días. 

Primeramente, reflexiona sobre ese narcisismo que nos va invadiendo, más a los jóvenes que a los mayores, y que no es otra cosa que la tendencia a concentrarnos en nosotros mismos, a pensar y creer que nuestra felicidad se encuentra en auto amarnos; ya no se trata de salir de nosotros mismos hacia los otros y lo otro, no, se trata de un encierro personal, trayendo para sí, todo aquello que nos afiance en una identidad “yoista” y desde este lugar sentir la seguridad de un mundo acotado por los límites subjetivos que cada uno se logra edificar.

De tal modo, se da lugar a una sociedad con una variedad insólita de subjetividades, donde cualquier política que pretenda ordenar, gobernar tal aglomeración de grupúsculos, se encuentra en serios problemas para lograr consensos que ayuden resolver problemáticas que a todos nos incumben.  

Parece que estamos entrando en una experiencia de gobierno de muchedumbres, de personas encerradas en sí mismas, personas que sueñan con diferenciarse, con ser libres, pero paradójicamente cada vez se parecen más, y luchan más por separarse, ya que se vive en un mundo globalizado que difunde los mismos estímulos por todas partes. Por tanto, viven una idea de libertad falsa. La cultura global se homogeniza, y cada vez más, vamos vistiendo, comiendo, siendo los mismos en cualquier parte del mundo.

Otro asunto, tiene que ver con esta impaciencia de vivir experiencias que llenen un vacío existencial, y como el futuro está tan cerca y todo se pone en crisis, las explicaciones más irracionales pretenden salvar el mundo, y emergen mensajes simplistas, teorías conspiracionistas para dar respuestas a las intolerancias, la frustraciones y tendencia al “dolor” de esta generación. Es decir, se practica un hedonismo donde sufrir tiene su valor, si se sufre la incomprensión, sí se existe, se tiene un valor y hay que luchar por ser reconocidos. También surgen los “especializados tontos”, es decir, personas que dominan asuntos, pero sólo en el lado que les ayuda a hundirse más en sí mismos, sólo acceden a las versiones que le llevan a profundizar en asuntos que afirman sus convicciones, asuntos que se basan en intuiciones alejadas de un razonamiento argumentativo, así encontramos a expertos en conspiraciones, expertos en cualquier cosa y donde encuentran siempre a muchos que necesitan afirmarse en esas ideas, encerrándose en grupos afines a las mismas  ideas, pero a la larga ese conocimiento encierra más sinsabores que alegrías, por efecto de la misma realidad que se va mostrando compleja e ingobernable ante esa pobreza de ideas.

El "homo agitatus", si bien se encuentra reproduciéndose a pasos agigantados, no augura un futuro prometedor para el desarrollo social de acuerdo a nuestro autor.  Y si nos asomamos a nuestro alrededor, nos vemos rodeados de esa juventud mencionada, personas a las que todo les duele, no les gusta vivir negativas que las frustran, por tanto, sólo buscan argumentos que defiendan su individualidad, no están dispuestos a moverse de ese estado hedonista, de esa subjetividad frágil que los victimiza y les hace exigir sin dar. “Todo lo quieren y ya”

Las preocupaciones del autor, son de nosotros, estos adultos que hemos educado a dicha generación en medio de la explosión tecnológica, que igual nos asaltó y nos toca tanto como a él pensarnos, pensándoles para reconocer los caminos de la historia que vamos pisando y avisados, buscar otros senderos, construir otros sentidos formativos de las generaciones venideras, porque el “yoismo” sin la otredad, no nos humaniza con toda la riqueza de que somos capaces.

Se trata de un libro de fácil lectura, bueno, depende, el autor es rico en citas, pero para nuestra buena suerte, las presenta como ideas, juega con ellas, de tal modo que nos adentra por la lectura; es una incluyente y creo que esto está el mérito de este joven filósofo, escribe implicándonos en las complejidades de la teoría filosófica.


domingo, 5 de noviembre de 2023

Una filosofía sobre la vulnerabilidad humana.

 


Miquel Seguró. Vulnerabilidad. Herder Editorial, 2021. Edición Electrónica.

 Nacemos un día sin saber de dónde venimos, y llega otro día en que nos vamos sin tener la menor idea de a dónde… Todos sabemos que la vida es ese espacio que sucede entre el nacimiento y la muerte, pero poco reflexionamos sobre cómo en este lapso de tiempo, todo nos trasciende, vivimos circunstancias de toda índole, buenas y no tanto que afectan y modifican continuamente nuestra biografía. Aunque no hablemos de ellos, nos sabemos seres con una vida finita, e igual, siempre cambiando por estar interrelacionados con un mundo que nos recibe hecho, que se sigue curso y no nosotros con él, y ahí, nos afecta y lo afectamos. Somos de facto, vulnerables, pero no lo hacemos palabra, no logramos una reflexión organizada de esta condición.  

Nos dice nuestro autor, que vulnerabilidad, por lo general se le entiende como sufrimiento, padecimiento, pérdida, daños. Pero, si colocamos a la vulnerabilidad como una condición humana, dejaremos entrar ideas sobre esas situaciones que nos afectan, que nos cambian, que son para bien, como el amor, la pasión por algo, y no solamente las que nos aportan daños.  Nuestra condición humana de vulnerabilidad nos coloca como seres abiertos, no terminados, que escribimos y reescribimos nuestras vidas a cada momento, registramos en nuestro ser todo aquello de lo que somos testigos, y protagonistas a la vez. 

El autor utiliza la imagen de un círculo irregular e imperfecto para hablar de la vulnerabilidad, un círculo que nunca acaba de cerrarse sobre sí mismo y por ello, nunca podemos llegar a la perfección, la certeza, el resguardo ansiado, sino que la vida transcurre precaria, rodeado de incertidumbre.  Y se vale de la biografía de René Descartes, el filósofo que tuvo una ferviente ansia por la verdad, una verdad que le diera seguridad en medio de su existencia precaria.

Descartes construye una filosofía para enfrentar la incertidumbre, busca datos claros, firmes, infranqueables refugiado en la fe de su razón, y con su “cogito ergo sum”, atesora la certeza en su en su yo, y lograr su anhelada seguridad existencial.  Sin embargo, este libro no trata de Descartes, sino piensa el problema de la vulnerabilidad desde su biografía.

Por ejemplo, la duda de Descartes, le permite pensar la importancia de las preguntas, en especial las existenciales.  Descartes plante que, si piensa rigurosamente, él existe: que al pensar con rigurosidad y utilizando el lenguaje sin equívocos, como el matemático, se llegaba a la verdad. Sin embargo, ¿por qué se pensó? ¿Qué provocó la pregunta? Lo que genera las preguntas, es algo fuera de uno mismo, es algo en la realidad, está afuera del yo, por tanto, se abre un espacio saturado de misterios, se crea la duda en cómo, ese algo es pensando.   

Nuestro autor, coloca a Descartes como este ser humano vulnerable, ansioso de encontrar en lugar de certidumbre, huir de lo inestable, de la falta de control del mundo que habita; de lograr un pensamiento lleno de certezas lo cual no es posible dado que está el afuera, están lo otros, y esto nos hace ser relacionales, recíprocos, estamos en este mundo complicado e implicados de múltiples formas y estas afectaciones mutuas hacen imposible el sueño de Descartes.

Los seres humanos siempre estamos frente a experiencias que nos ponen en nuestros límites, para este análisis de ayuda de Jasper.  Estas experiencias nos informan constantemente que estamos expuesto al devenir desconocido de la realidad donde sucede cosas que nos fragilizan y colocan en situación precaria, de desventaja (al enamorarse sucede también); la existencia es como un éxodo constante, siempre estamos cambiando y en este suceder de la vida nos pasa de todo, y con todos con quienes estamos implicados, nos afectan, y afectamos.

Nuestro se vulnerable, en esta circularidad inconclusa e imperfecta, se pregunta quién es y por su mundo, son preguntas esenciales, (que es el mundo y que soy yo) y existenciales (porque hay mundo y porque existo) que dan lugar a reflexiones que llevan de una cosa a la otra, sin agotarse, ese círculo no se cierra. Es en el terreno existencial donde más se manifiesta la condición vulnerable, las preguntas quedan sin resolverse e invade la zozobra de la propia existencia, finita y contingente, que induce a reconocer que hoy se está y mañana quién sabe. La pregunta de la vida, siempre queda sin respuesta.

Estar con uno mismo o encontrarse con uno mismo, es una falacia porque estamos en medio de relatos, de fábulas de mundo como diría Descartes, y encarnamos esas imágenes de los mundos que conocemos, y nos creamos una identidad, un modo de ser dependiendo de dónde estemos. Se trata de un enmascaramiento y desenmascaramiento continuo de puertas adentro, y de puertas afuera.  Creemos ser nosotros y podemos ser cualquiera. Todo se torna confuso, y no se logra una respuesta que de certeza de quién somos.

Todo este flujo de fuerzas internas, externas genera inquietud, agotamiento y ni siquiera contamos con un yo claro, preciso, dando lugar a una biografía caótica, confusa.  Y buscamos contrarrestar esta agitación, buscamos el apoyo de los otros seres como nosotros y juntos hacer más soportable la fragilidad, también se recurre a ideas absolutas que dan refugio, como Dios, una creencia, un líder, que, de garantía de seguridad, algo nos hace buscar esa verdad primigenia que da paz, tranquilidad, a la que siempre podemos retornar, desde nuestra imperfección, podemos soñar con la perfección, ese lugar absoluto, donde no hay dudas. Pero, no es la verdadera solución.

Este libro aporta muchas ideas, preguntas que permiten reflexionar sobre nuestras relaciones recíprocas entre los seres vulnerables que somos todos.  Por ejemplo, reflexiona sobre la política, de cómo se encuentra saturada de ideas que la idealizan y la alejan de la necesidad de ser una política preocupada por evitar el malestar entre los seres humanos, es decir, centrarse en los asuntos que impidan que seres vulnerables, dañen con sus acciones a seres más vulnerables, evitar que la condición humana vulnerable, se ve todavía más precarizada por los mismos seres humanos.

Asumir la condición humana de vulnerabilidad, de seres abiertos en el permanente reto de construirse un destino, nos coloca en una reflexión ética y moral urgente, aceptar que se vive en una realidad que se impone y necesitamos conocer con los recursos de que disponemos, teniendo claro, que es un conocimiento temporal, y que como esté, habrá otras versiones.

Asumir la condición de vulnerabilidad, implica reconocer que afectamos y nos afectan, situarse en el punto crítico cotidiano de interrogarse, interrogarnos sobre cómo estamos llevando nuestras vidas, hacernos cargo en lo que se permita, dudar de lo que hacemos y con esa duda, salir al mundo, atentos de vulnerar a otros vulnerables como nosotros.

Es un libro, que, si bien se lee con cierta facilidad, diré que una leída no es suficiente para dar cuenta de su riqueza. Definitivamente es un libro que requiere varias visitas, tomar notas dependiendo el interés de ese momento. Son muchos los conceptos de los que se vale este joven filósofo para aportar una “Filosofía de la vulnerabilidad”.

Un libro muy recomendable para estos tiempos de tanto dolor humano, epidemias, muertes por sucesos naturales, por la violencia social y lo peor, por la insensatez humana que se refleja en las guerras que marcan nuestros tiempos, donde vemos, lo que dice nuestro autor, seres vulnerables, haciendo más vulnerable la vida de muchos otros seres humanos. 

Verdaderamente si necesitamos esta reflexión, hacer filosofía de la vulnerabilidad humana.  Pues a seguir informándonos y estar más atentos para no hacer daño los seres vulnerables cercanos a nuestra vulnerabilidad.

domingo, 8 de octubre de 2023

La sociedad del desconocimiento. Daniel Innerarity. Una reflexión que nos compete como educadores.

 

Daniel Innerarity. La sociedad del desconocimiento. Galaxia Gutenberg, 2022. Edición electrónica

  

No hace mucho, se hablaba de “la sociedad del conocimiento”, siendo uno de sus principales impulsores Manuel Castell, quien, siguiendo a otros antes que él, desarrollo un cúmulo de ideas en torno a una sociedad necesitada de conocimiento para impulsarse y progresar.  Innerarity, publicó un ensayo en 2009 (como parte del libro “La sociedad de la ignorancia”), donde ya indicaba que se estaba dando una saturación de información, y esto rebatía la idea de acumular conocimiento como garantía de progreso.

En este libro, Innerarity ha tomado aquellos hilos de ideas y nos ofrece una serie de planteamientos que nos invitan a reformular aquellas ideas sobre la función del conocimiento en los diversos campos de aplicación, siendo uno de ellos la educación.

Los argumentos de este autor, filósofo preocupado por las sociedades democráticas, irrumpen aquellas ideas sobre los beneficios de un conocimiento preciso eficaz que diera garantías en cualquier toma de decisiones, que lo conecta con el ámbito político, por ende, con la compleja democracia.

Hoy, nos dice, estamos frente a muchos frentes productores de conocimiento, que nos sitúan ante diversos sentidos y direcciones para avanzar, que el conocimiento que se produce se ha vuelto incontenible dando lugar a una multiplicidad de aproximaciones a cualquier situación, estamos frente a explicaciones que concuerdan, que difieren, y necesitan de momentos de reflexión para encontrar puntos de encuentro, o mantenerse separadas.

La información que emerge día con día, satura, nos excede en la capacidad para apropiarnos de ella y comprenderla; nos dice que es tanto el exceso de conocimiento que, en vez de beneficiar, perturba, distrae, genera incertidumbre.  Por ello, no somos la sociedad más preparada, sino que nos sumergimos en un estado de distracción ante tanta sobrecarga de conocimiento que fluye por diversos medios y esto induce a que las personas busquen respuestas simples, se nieguen a explicaciones teóricas complejas y prefieran disertaciones rápidas sin verificar, quedando expuestos a información falaz, mediocre, que nos hace una sociedad ignorante.

Estamos en una paradoja, es decir, es un tiempo con información en demasía, pero a la vez, sin la capacidad de utilizarlo para comprender las complejas realidades en se enclavan nuestras vidas.

Nos explica, cómo el avance del conocimiento, aceleró la creación de tecnología, y que está a su vez, exigió cada vez más conocimiento para auto innovarse, aportando al mundo un cúmulo de herramientas e instrumentos que dinamizan, facilitan la vida, y que esta inundación de tecnología a nuestras vidas, ha acelerado el tiempo.

Uno de los grandes inventos ha sido el avance de la internet, las redes, plataformas, que propician la circulación de cualquier tipo de información, y la emisión de respuestas en tiempo real, que nos coloca en la demanda de respuestas atentas al futuro cercano, que hace que las respuestas se sientan volátiles, demasiado frágiles, y se fracturan las certezas, la seguridad en el éxito deseado.

Hoy, el conocimiento, que antes daba seguridad, se siente falible, momentáneo ante lo que puede suceder. Un ejemplo lo tenemos en las vacunas contra el COVID, las primeras tuvieron que mejorarse ante la mutación del mismo, aquellas que utilizaron viejos esquemas de elaboración, se saben obsoletas ante el nuevo conocimiento elaborado para crearlas, saber esto, genera una abrumadora sensación de vulnerabilidad.

Sus reflexiones, lo llevan a problematizar diversas relaciones que necesitan regularse ante la emergencia de tanto conocimiento, por ejemplo, la influencia del conocimiento en la toma de decisiones políticas; atender el avance del internet, las plataformas, las redes con relación a la política social y la vida pública y privada; el papel que tiene la emergencia de esta caudal de información en la vida educativa, que es tal vez lo que más nos interese, pues la escuela guarda en su historia, la idea de que el conocimiento acumulado en ella era lo que la hacía progresar, le daba un prestigio, garantía de una formación para progresar en la sociedad.

Esta idea, de alguna manera sigue presente, aunque débil; muchos piensan que asisten a la escuela para estar más informado, para preparado, pero hoy, la información, los datos, todo conocimiento fluye por las redes, dejando a la escuela fuera de esta idea prescrita y se le fractura un viejo sentido aún instalado, tal vez sin otro que lo sustituya.

Definitivamente, este libro, como cierra el autor, pone en crisis a la democracia, pues ante tantos sentidos abiertos, la sociedad tendrá que deliberar más para tomar decisiones que se compartan y en las cuales se comprometan, siempre teniendo en cuenta la fragilidad de los resultados por misma inestabilidad del conocimiento.

En una sociedad así, el autoritarismo, es lo menos plausible.  Además, pone en discusión la tarea educativa, si no es la lugar donde se concentra y aprende conocimiento, ¿cuál será su nuevo sentido formativo?

Ojalá se sientan invitados a leerlo.

 


martes, 3 de octubre de 2023

Vida cotidiana como hontanar de la historia. Reflexiones desde la Epistemología del Presente Potencial de Hugo Zemelman Merino.

 

 Luz Divina Trujillo

3 de octubre de 2023

 En uno de sus libros, Hugo Zemelman se pregunta: “¿No es, acaso la conciencia de una situación que permite desarrollar la necesidad de otras realidades? (Zemelman, 2002, pág. 53)  misma que invita a preguntarnos ¿Cómo colectivo magisterial tuvimos la capacidad de organización para plantear y exigir cambios curriculares ante la inoperancia del existente? ¿Alguna vez lo hemos hecho?  Seguramente nuestra respuesta será un rotundo no, y recordaremos que las propuestas curriculares surgen desde el grupo de poder político en turno, que ordena las fuerzas del momento y las plasma en nuevos sentidos formativos que los educadores, desde nuestro rol de trabajadores del estado, tendremos la tarea de poner en acto, e indiscutiblemente se asaltará la normalidad de la vida cotidiana del aula.

En el nuevo cambio curricular, se nos plante la relación entre vida cotidiana y curriculum, y esto nos lleva a otra pregunta: ¿Qué es la vida cotidiana? Agnes Heller nos dice que es el lugar de la vida de todo ser humano, que ahí compartimos, reproducimos y llegamos a revolucionar esa herencia social recibida al nacer. Ahí se despliega nuestro ser particular y social, no sin ciertas reglas, una de ellas es su heterogeneidad, pues ahí se acumulan una multiplicidad de contenidos, significados, sentidos, que da lugar una diversidad de ámbitos de difícil reconocimiento; además es jerárquica, la ordenamos de acuerdo a nuestras prioridades valóricas, deseos, necesidades, ritmos y tiempos que encarnamos; del mismo modo, es pragmática, económica, imitativa, analógica, se tiende a generalizar dado que en la vida cotidiana rige la espontaneidad, todo sucede en el “aquí-ahora”, y no se tiene tiempo para responder con reflexiones profundas, al contrario, se pone en uso nuestro acervo de conocimiento y experiencia con el que se cuenta al momento, por tanto y con ellos realizamos juicios provisionales, generalizaciones, se propician atmósferas tonales que comunican y unen, por tanto, se tiene el riesgo de anidar prejuicios, intolerancias, etc. (Heller, 1992, págs. 39-95)  Como podemos ver, la vida cotidiana es donde somos y hacemos historias muchas veces sin pensar.

En la nueva reforma curricular, se nos habla de ella, de su valor para poner en práctica los nuevos sentidos educativos, que se van reconociendo y apropiando en la práctica misma ante la velocidad de la implantación.  Es así como en un Libro sin Recetas para la Maestra y el Maestro, Fase seis, tenemos un apartado que aborda este concepto con la pretensión de conectar las ideas educativas del nuevo curriculum con el trabajo concreto de las y los profesores en las aulas, a su vida cotidiana.

El apartado (Dirección General de Materiales Educativos, 2023, págs. 93-116) inicia con ideas que expresan la realidad acelerada que se vive, las transformaciones que no dejan espacios de vida asépticos de ellas; la incertidumbre, la agudización de viejos problemas y emergencia de nuevos, definitivamente nos colocan en un esfuerzo de cambio y adaptación insólito a todas las generaciones en proceso, infancias, adolescencia, juventudes y la creciente cifra de personas mayores.

Ante tal contexto, se nos plantea la necesidad de cambiar hacia una educación que nos posicione críticamente frente a estas realidades y ofrezca una formación para la mejora social que se necesita; se argumenta que tal finalidad sólo será posible si nos alejamos del discurso economicista dominante que a su paso dejó una formación individualista que separa y aleja de la vida comunitaria. Por tanto, ahora no se tratará de seguir los dictados de las fuerzas que cruzan el mundo globalizado, sino de partir de nuestras raíces culturales, por ello, se enfatiza la importancia de una relación local-global, es decir, que, con esta educación, nos moveremos nosotros hacia el mundo y así, desde esta noción comunal, dinámica, participativa, inteligente y humana, integrarnos al desarrollo del mundo.

Como toda propuesta curricular, sitúa en el perfil de egreso las finalidades educativas que deberán ser encarnadas por la variedad de alumnos de la educación básica mediante el tenaz proceder didáctico de los docentes, ordenado por sentidos y lógicas concretas de enseñanza-aprendizaje que sucederán en los espacios áulicos, escolares y comunitarios.  Este ambicioso proyecto educativo, tendrá como escenario los aquí-ahora propios de la cotidianidad escolar, por lo que se vincula de facto, con vida cotidiana con en comunidad pues dice: “En esta perspectiva es que ubicaremos el saber, el estudio y la comprensión de la vida cotidiana como un regreso a privilegiar a la comunidad y sus representaciones del mundo social” (Dirección General de Materiales Educativos, 2023, pág. 94)

Resulta importante entonces reconocer cómo se conceptualiza la vida cotidiana en el contexto de la NEM. Un breve punteo de las ideas puede ayudar.

·       Vida cotidiana como las acciones y situaciones que se viven en comunidad y que son importantes por aportar elementos identitarios que argamasan la diversidad de individualidades que ahí coexisten.

·       Vida cotidiana como un orden que propicia crecimiento y desarrollo según sean sus contextos.

·       Vida cotidiana como lo normalizado, lo familiar, lo habituado, y que, por ser así, exige atención para identificar lo que acontece y que propicia una multiplicidad de percepciones que necesitan ser reflexionadas para encontrar elementos en común.

·       Vida cotidiana se comparte con otras personas, con quienes convivimos, construimos relaciones, y son importantes; los otros aportan su individualidad a la comunidad, y los rasgos identitarios comunes nos hacen únicos, permiten relacionarnos desde lo que no es común. Este reconocernos en un nosotros, favorece crecimiento y desarrollo que nos hace parte de las sociedades globales del siglo XXI.

·       Vida cotidiana permite coincidir en una forma de lenguaje, compartir símbolos, prácticas y sentidos que favorecen esfuerzos colaborativos y esto, propicia evolucionar como grupo identitario diferenciado de otros grupos. Este lenguaje compartido da lugar a una comunicación entre iguales y diferentes, buenas relaciones, interacciones en los diversos ámbitos de la misma convivencia; la comunicación nos humaniza.

·       Vida cotidiana es la gama de aconteceres que se viven juntos.  Estos aconteceres son propios de la lógica cultural de cada comunidad, misma que depende de sus tiempo y contextos y se soporta sobre narrativa socializadas no necesariamente compartidas por los integrantes.

·       La vida cotidiana es una construcción social de significados que buscan representación compartidas mediante diálogo e interacción de sus actores que propicie miradas críticas, evitando los prejuicios, dogmatismos y visiones maniqueas de la realidad. La reflexión de la vida cotidiana amerita información precisa, útil que ayude a que emerja de la duda y arribe a una postura que coadyuve a la mejora de la convivencia.

·       Por tanto, la vida cotidiana del aula, será el mejor espacio para desarrollar proyectos educativos que vinculen la realidad social con los propósitos formativos, se contextualicen, adquieran sentido y resignificación, es decir, se reconozca lo que existe, se deconstruya para reconocer contradicciones con la realidad y volver con lo nuevo, a la realidad con otra postura frente a las necesidades sociales.

·       En la vida cotidiana se da el encuentro de lo inmediato, con el acontecer del mundo global, por tanto, se enfatizará la glocalización, que se plantean como miradas sobre la realidad social, pero desde la vida concreta, para de tal percepción construir proyectos educativos y desde estos reconocer los procesos globales de orden sociales, económicos, políticos y culturales, pero ahora, abordados desde lo local.  Los proyectos educativos serán la estrategia para desarrollar una mirada crítica, siendo la estrategia el reconocimiento de problemáticas, su deconstrucción y reconstrucción.

Podemos leer ideas frías, diría Zemelman, sin sujeto.  Por otra parte, las ideas son un tanto románticas, propias del deber ser, que terminan en una conexión mecánica con la didáctica por proyectos.  En esta argumentación fue interesante encontrar citas de Hugo Zemelman:

En la página 95:

“El docente ve todos los días a veces de manera muy nimia. Nimia o rutinaria. Cuidado con lo nimio o lo rutinario, porque es lo ya construido, desde lo cual está construyendo algo diferente, para retomar lo que dicen los filósofos de la construcción. Sin duda, mi planteamiento supone una conciencia. Pero, cosa curiosa, aunque esto podría ser paradójico, supone la necesidad de conciencia. O, para decirlo de otra manera, supone conciencia de la necesidad de conciencia; aunque no se tenga conciencia, es un paso con respecto a aquello de lo que ni siquiera tienen conciencia de que no tienen conciencia.” (Zemelman, 2006, pág. 86)

En esta primera cita, Zemelman nos avisa que la vida cotidiana es un lugar donde nos enfrentamos a lo construido y que ahí tenemos una participación, consciente o no, que, por estar ahí, desplegando el rol personal, profesional, social, ineludiblemente construimos esas realidades, por ello, nos habla de la importancia de desarrollar conciencia de tal necesidad de conciencia.

En la página 99

“La realidad es un conjunto de situaciones que resultan de la relación entre sujeto y sus circunstancias, pero también son las necesidades que conforman esos actos de vida como espacios de conciencia de lo cotidiano. Tener conciencia de lo cotidiano es querer ser con los otros, sin los otros, en contra de los otros, a pesar de los otros, de manera que el sentido de nombrar es parte del querer y poder hacer; con lo que significar lo cotidiano forma parte de lo político; ese espacio de realidad en el que el sujeto puede asumirse como sujeto. De ahí que nombrar lo cotidiano se corresponde con una voluntad de sentido para construir espacios de relieve. Como se ha dicho, “lo político... como experiencia viva, como hecho que se da a cada instante junto a nosotros... [en consecuencia] preguntarse algo acerca de lo político es como preguntarse por una función vital... [porque deviene] en una realidad de cada instante, un hecho inevitable que se realiza en el vivir del hombre con la espontaneidad y vigor de los hechos fisiológicos, y aun como la necesidad que a éstos caracteriza.” (Zemelman, 2012, pág. 57)

En esta segunda, Zemelman insiste en la conciencia de lo cotidiano, es el espacio de la convivencia, con todas sus complejidades, pues la vida juntos es un espacio de fuerzas humanas, ahí se viven juegos de poder, se toman decisiones, se concretan situaciones, cambios para mejorar o retroceder, por eso en la vida cotidiana se decide la vida social, generamos fuerzas, las organizamos para vivir con cierto ordenamiento.

Estas dos citas colocan a la vida cotidiana como el espacio donde se tiene el eterno desafío de ser conscientes del complejo acontecer que cuaja en cada uno de sus instantes, pues ahí, en cada acto, por más pequeño que sea, somos creadores de la realidad en la que estamos inscritos y donde necesitamos desarrollar nuestro potencial, reconocer y estimular esa demasía de sentido que somos dada nuestra humanidad, que no siempre está disponible, pues siempre se enfrenta a contextos adversos que imponen una racionalidad instrumental, eficiente, seductora que nos ofrece seguridad bajo el costo de perder autonomía.  

¿Y quién es Hugo Zemelman Merino para responsabilizarnos de tal construcción?  Estamos frente a un intelectual chileno (1930-2013) cuya amplia bibliografía se acota en lo que llamó Epistemología del Presente Potencial y en la cual hace una defensa apasionada sobre la necesidad de favorecer en los seres humanos, formas de razonamiento atentos al dinamismo de la realidad.

Zemelman, siempre que tuvo oportunidad, aclaró que su epistemología se orientaba hacia el problema del ser humano para construir una relación consciente con la realidad que lo circunda. Su epistemología se centra en el desafío humano de reconocer las epistemes que ordenan nuestras formas de vivir, de percibir y pensar el mundo, entendiendo por episteme a esas lógicas que regulan la vida social, que si bien son necesarias para la convivencia, igual tienen el poder de instalarse sin ser reflexionadas  y orientar nuestros hacer, pensar-sentir,  al grado que pueden llegar a tornarse aprisionamientos de los procesos de autonomía y creación impidiendo una ampliación de la subjetividad humana. 

Por tanto, el centro de la epistemología zemelmaniana, es el sujeto pensante-sintiente, cuya conciencia de su conciencia, propiciará pensamientos, sentimientos, prácticas y experiencias que abonen zonas germinales de la realidad que necesiten impulsarse según sea la capacidad de proyecto de los sujetos, contextos y coyuntura para realizarse, pues nada sucede por voluntarismo. (como parece ser la implantación de la NEM)

En sus libros y diversas conferencias, insistió en el poder humano para hacer y hacerse de sentido frente a la complejidad de la existencia que nunca nos faltará.  Para ello, hace falta movilizar la forma de pensar predominante estimulada por el pragmatismo, la eficiencia utilitaria en costos y tiempos, demarcados por una cultura tecnológica de nuestro tiempo social y en contra parte desarrollar formas de razonamiento crítico, entendiendo por crítica esta capacidad de pensar captando la potencialidad de lo dado (Zemelman, 1996, pág. 47), es decir, la capacidad de problematizar, abrir, diseccionar esas lógicas presentes que nos rigen y reconocer coyunturas, zonas donde hacer algo distinto que reordene de mejores maneras, la complejidad presente.

Para ello, nos solicita reconocer esta forma de pensar teórica que nos domina para explicar algo, y sugiere un pensar teórico como mirada, y para ello, necesitamos abrevar de varias posturas sobre esa misma realidad, y con ellas, reconocer diversos ángulos, dimensiones, ritmos, tiempos de un mismo fenómeno y captar una articulación de procesos en movimiento, una especie de totalidad que sigue abierta y en movimiento (Zemelman H. , 2011). A esto proceder problematizador, le llama pensar categorial.

Un uso de la teoría con tal sentido, permite leer la realidad sedimentada, en la que se van cuajando fuerzas que presionan hacia ciertos sentidos; estos reconocimientos reactivan dimensiones humanas adormecidas por la tecnologización de la vida, como es lo ético, el asombro de comprender por qué pasan cosas, se siente deseo de hacer algo, se rescata la voluntad, el sentido, la necesidad de más lenguaje. Al mirar y comprender lo antes no se sabía, emerge responsabilidad personal, se genera una implicación en la vida compartida con los otros, dando lugar a una participación diferente, a la gestación de una historia más consciente.

Formarse en esta racionalidad crítica aleja de una noción de historia naturalizada, para comprenderla como creación de los seres humanos de carne y hueso, personas que se asumen así mismas, que saben que, si buscan su mejora continua, serán capaces de trasgredir los límites de su propia conciencia y perfilar nuevos horizontes de experiencia. Se trata “Romper con la inercia interna del pensamiento y con el cerco forzado por sus parámetros…” (Zemelman, 2002, pág. 25)  Se busca el auto rescate de sí mismo, estimular actitudes y voluntad para ubicarse frente a la realidad cotidianidad de su vida y actuar en ella preguntándose por la pertinencia de sus actos.

Zemelman en sus escritos, habla un sujeto social que se asume como constructor de sí mismo, alguien que comprende que en la medida del florecimiento de su subjetividad, será capaz de construir una más consciente desde la cotidianidad de su vida (Zemelman H. , 2000) Su discurso sobre el sujeto no es romántico, sino que plantea con rigor cada uno de los desafíos intelectuales, emocionales, culturales, políticos que inevitablemente tendrá que enfrentar y resolver si es que tiene este anhelo de ser constructor consciente de la historia que sus prácticas presentes ya fraguan. 

Especialmente en sus conferencias confronta a los asistentes, pregunta inquisitivamente ¿Usted sabe por qué piensa cómo piensa? ¿Usted puede decir qué tiempo social vive? ¿Usted sabe qué pedagogía necesitamos para formar sujetos que se piensen así mismos y la realidad que los circunda? Preguntas para públicos formados por maestros, pues los últimos años de vida, se vinculó con espacios formadores de profesores.

Cuando Zemelman plantea que la realidad se construye desde la cotidianidad de la vida, aclara, que una construcción alternativa a la que domina, no se logra con imposiciones, con actos de poder repentinos, pues en la cotidianidad, dada su estructura jerárquica, su lógica económica y pragmática, es el lugar más resistente al cambio.  La vida cotidiana tiene una lógica, una cultura, rutinas, hábitos, un modo dado de construir historia consciente o no, por lo que un nuevo proyecto será como horadar una piedra gota a gota.  Los proyectos alternativos afectarán las habituaciones cotidianas y por ello, necesitan tiempo, tolerancia, pues es mucho lo que hay reconocer como colectivo, pensar las nuevas ideas, madurar, para finalmente modificar decisiones, negociar la vida que se comparte. Construir desde la vida cotidiana, exige tesón, voluntad, tiempo, y mucha esperanza.  Por tanto, podemos considerar que existen espacios de vida cotidiana que no están preparadas para ciertas transformaciones, que hay que preparar el camino para lograr modificaciones.

Esta advertencia, nos permie comprender por qué algunos colectivos, o algunos profesores se sienten listos para reajustar su vida cotidiana ante los dictados de la NEM, pero muchos otros, se resistirán, defenderán sus ritmos de vida cotidiana.  Como vemos, la concepción de vida cotidiana que se nos brinda, no problematiza esta situación, la ignora al darnos un discurso instrumental, sin sujetos, quienes sólo reciben el dictado de las nuevas tareas. De entrada, sabemos que el magisterio no solicitó estos cambios ¿están listos para vivir una aventura no deseada?

Es probable, que muchos de nosotros, atrapados en los sentidos de la racionalidad instrumental que hoy domina, no puedan reflexionar la episteme de poder institucional que se impone, y mediante ese echaleganismo simplista, práctico, responda a las exigencias dando lugar a transformaciones de forma.  Otros, intentando responder al desafío, se esforzarán por reconocer los nuevos sentidos en una realidad educativa que no ha sido preparada para tales ajustes, generando, desgaste, malestar, molestia.  Y tendremos a quienes, por salud mental y física, ni siquiera lo intenten, simplemente se preocupen por buscar formas de evadir y sigan con las viejas dinámicas de su vida cotidiana que dominan.

Toda reforma curricular necesita del protagonismo docente en los espacios cotidianos donde son quienes saben cómo resolver su puesta en marcha, ahí se es educador. Sin embargo, no se le piensa con esa autonomía real que ejerce durante su docencia, independientemente si ésta es pertinente o no tanto; su protagonismo, su capacidad de ser sí mismo y cómo serlo se despliega ahí, y esto se le niega y se le reduce a un ejecutor dándolo los materiales e indicándole los nuevos modos didácticos, lo cual riñe con su actuación definida por la lógica de su vida cotidiana. ¿Alguien se ha preguntado por conocerla y generar desde esta vida cotidiana los cambios que se piensan importantes y que los docentes desconocen?

El protagonismo docente en la vida cotidiana es real, y para engrandecer este protagonismo, necesita de un pensamiento enriquecido, flexible, atento a la realidad que vive en tiempo presente, pues como protagonista de ese mundo, le toca realizar una educación cada vez más exigente y atenta a las necesidades de las nuevas generaciones. ¿Qué necesita para fortalecer su protagonismo? Una pedagogía en la formación de profesores que favorezca una racionalidad que no lo encierre en conceptos, sino que lo haga visitar conceptos sin perderse en ellos; una formación que le permita reconocer los límites de lo que sabe hacer y disponerse a hacer los cambios de los que sea capaz de mejorar; una formación que le permita gestionar la duda, las preguntas, la incertidumbre, pero especialmente, una formación que sabe necesita y la busca, la vive en su misma cotidianidad.

Educadores de este protagonismo autoformativo, se darán permiso así mimos de moverse y al hacerlo, construir otros procesos educativos cada vez más pertinentes para los otros, quienes estan bajo su responsabilidad y de esta forma, la transformación de la vida cotidiana donde existe con los otros, será dinámica en medio de sus lógicas estructurantes, mismas que vivirán procesos de inestabilidad regulables, manejables, comprensibles, será “ un querer ser en las circunstancias, a un deseo de vida consciente, un sumergirse en lo dado para saberse y desde allí mirar lo que nos rodea” (Zemelman, 2012, pág. 56) y optar por sentidos con los que sabe comprometido 

Con todo lo dicho, ya vemos que el concepto de vida cotidiana, es primordial para comprender los cambios de la realidad social. Que nuestra vida docente se desarrolla ahí y en ella, tejemos la historia educativa, misma que en la construcción que vamos realizando, nos asalta por no estar haciendo de ella un espacio más consciente y dirigiéndola con más sentido.  Decirnos que la vida cotidiana se vincula con la comunidad, que esto basta para cambiar la didáctica disciplinar por otra basada en proyectos no es suficiente.  Sabemos que la vida escolar se enclava en el seno de la comunidad, con cada niño, ésta entra, y con ellos, la escuela sale, que las vidas cotidianas de estos dos espacios se entrelazan, se afectan.

Problematizar la vida cotidiana escolar desde la epistemología zemelmaniana, abre esperanza. Problematizar desde estas ideas, exige formación, cultura pedagógica, darse permiso de fracturar ideas y construir otras, pero siempre es tiempo para iniciar el desafío de hacer florecer nuestra subjetividad docente. Los educadores, tan sólo somos personas senti-pensantes, comunes y corrientes, pero capaces de construir lo esperanzador, porque la educación es una promesa de futuro y nosotros somos los protagonistas de sus transformaciones desde la vida cotidiana, si es que asumimos el reto de ser protagonistas de nosotros mismos.  Hay que seguir pensando estos asuntos alentados por esta idea:

“El hombre no es heroico ni sólo constructor, también presente el rostro del egoísmo, la mezquindad y su enorme capacidad de indiferencia destructiva. De ahí que cualquier discusión acerca de su potenciación exige, para no incurrir en el simplismo de un ingenuo romanticismo, hablarle a todo el hombre, tanto a sus ángeles como a sus demonios, a su fuerza para elevarse y también a sus derrotas en las penumbras.” (Zemelman, 1998, pág. 9)

 

Fuentes consultadas:

Dirección General de Materiales Educativos. (2023). Proyectos educativos y vida cotidiana. En Un libro sin recetas para la maestra y el maestro (págs. 93-116). Secretaría de Educación Pública.

Heller, A. (1992). Historia y vida cotidiana. Grijalbo.

Zemelman, H. (1996). Problemas Antropológicos y utópicos del conocimiento. Colegio de México.

Zemelman, H. (1998). Sujeto: existencia y potencia. Anthropos.

Zemelman, H. (2000). “La historia se hace desde la cotidianidad”. En El fin del Capitalismo Global. El nuevo Proyecto Histórico (págs. 153-165). Océano.

Zemelman, H. (2002). Necesidad de conciencia. Anthropos.

Zemelman, H. (2006). Los desafíos actuales del magisterio. En H. Z. Sollano, La labor del maestro: formar y formarse. Editorial Pax.

Zemelman, H. (2011). Pensar teórico y pensar epistémico. Los desafíos de la historicidad en el conocimiento social. En H. Zemelman, Configuraciones críticas (págs. 212-228). Siglo XXI.

Zemelman, H. (2012). Pensar y poder. Razonar y gramática del pensar histórico. Siglo XXI.